domingo, 28 de septiembre de 2014

Formas de viajar




EL VIAJERO
para Javier Egea

Te acompañaban siempre los violines.
Tus poemas estaban en ti como los peces
en el fondo de un río.

Eso es lo que vi en ti:
peces en el desierto,
música amenazada.
Te vi hacer bosques y subir montañas,
te vi cavar abismos con tus manos.
No supe dónde ibas.

Te vi buscar la sombra entre la luz,
te vi buscar la muerte entre la vida,
y no pude entenderte.

Yo no sé qué has ganado, pero sé qué has perdido:
tu música,
tus peces,
tus montañas azules.

No puede ser feliz quien entierra un tesoro.
No puede ser feliz
quien envenena el agua de su vida.

PRADO, BENJAMÍN



De los poemas-regalo de ayer, uno era éste. El papel amarillo no venía firmado, pero Internet apuntó a Benjamín Prado.

Señores y señoras viajeros, ¿Cómo lo ven ustedes?
¿Cómo viajaremos a partir de ahora?



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Viajaremos sin mochila, sin usar los pies, sobre las yemas de las manos, con los ojos cansados de ver sin mirar. Pegados a una pantalla, sin importar la habitación cerrada en que estemos.
Viajaremos ofuscados, bombardeados con toneladas de pantallazos de información, con los sentimientos difusos, confundidos y perdidos. El tiempo estará en los dígitos de la derecha del monitor. No habrá ni día ni noche; ni cielo ni estrellas; ni lluvia ni sol.
La soledad será nuestra compañera real. Y cuando muramos, quedarán perdidos en el universo de la red: nuestros pensamientos, nuestros recuerdos, nuestras voces, nuestros correos, nuestras imágenes y nosotros mismos.
J.Rocha

Anónimo dijo...

Viajaré, sin más, arrastrado por los vientos de turno, o no. Releyendo el pasado y escribiendo el presente. A veces más releyendo, a veces más escribiendo. Viajaré, aunque no quiera, y tendré que ver nuevos lugares, y tendré que cambiar mis sueños.
Una vez abiertos los ojos no se camina igual, no se disfruta igual, no se ama del mismo modo.