martes, 23 de febrero de 2016

#Goldberg2016


Mi amigo masteriza sus Variaciones Goldberg el fin de semana y he aceptado la tarea de añadir textos al libreto. Estoy en ello. Lo más divertido va a ser ir al final del tinglado para ver cómo es eso de una grabación. Supongo que será como un picnic indoor, así que llevaremos buen vino.

Si os apetece jugar tenéis los comentarios y la etiqueta #Goldberg2016 en Twitter.

variando
se hacen cosas nuevas
desvariando
se hacen cosas mejores

lunes, 15 de febrero de 2016

Las Variaciones Goldberg, un ejercicio



Mientras pensaba en lo que iba a contaros escuchaba esta versión de las Variaciones Goldberg y recordaba la primera versión de Glenn Gould, de 1955, endiablada y embriagadora. El CD lo compramos juntos mi novia y yo hace veinte años. Aunque no estoy totalmente seguro de que fuera así.

El primer recuerdo seguro en el que aparecen las Variaciones en mi vida tiene que ver con un libro de Ada Salas, Variaciones en Blanco, Premio Hiperión en 1994. Antes de empezar con sus poemas, la autora contaba que había escrito el libro escuchando las Variaciones Goldberg. En aquella época me gustaba ver quién ganaba los premios a los que me presentaba sin éxito. Entonces no entendí por qué se lo dieron a aquella mujer y no a mí. Ahora sí. Pero bueno, casualmente ahora también la he conocido a ella, pero ésa es otra historia.

Los poemas de aquel libro son así:


DEJA EN MI PECHO
un fruto.
             Ofréceme
                              tu fiera



                              semejanza.




FRENTE A MI.

Como se alza esta sed
solitaria

                 columna

erguida sobre el mar de mi batalla.



COMO CALLA LA NOCHE.

           Poderosa.
     
           Quietísima.

Fulgen sólo estos ojos
que diran lo que han visto.




Tal vez la segunda o tercera referencia decisiva viniera de unos amigos pianistas y locos del piano -supongo que si no no se puede ser pianista- que me hablaron de la versión de Glenn Gould de 1981, la del vídeo de arriba (disculpadme la publicidad que interrumpe a Glenn que canta y baila mientras toca). Esta versión, que dura diez minutos más que la anterior es algo que no se puede parar de escuchar. Creo que hablamos de ella en París, casi seguro en unas noches de finales de 1997 en las que no teníamos tele y sólo podíamos pintar y charlar. El presupuesto nos daba para alcohol en pequeñas cantidades salvo el día que hicimos una sangría para la comunidad española y en cuanto a otras drogas, sólo el poco polen que nos mandaba el Jota por carta. Parece increíble, pero lo mandó por correo ordinario y llegó. Lo malo es que a David, que era el destinatario de la carta, se le cayó a la moqueta y bueno... Creo que los pianistas no tocaron las Variaciones pero es posible que tocaran El clave bien temperado, también de Bach, y seguro que tocaron Las Gimnopedies de Satie. De hecho hasta me enseñaron los primeros compases de una de ellas. Mientras dibujábamos y pintábamos nuestras cosas, los cuatro hablábamos de todo y seguro que entonces, a falta de estimulantes químicos, uno de los pianistas mencionó lo flipante que era escuchar a Bach en general y la segunda versión de las Variaciones Goldberg de Glenn Gould en particular. Aquellas noches nos alimentábamos bien, porque la olla exprés que habíamos subido en el coche cumplía su función y cuando terminábamos de cenar, limpiábamos la mesa y, si no nos interrumpía alguna viandante desamparada con bebé incluido, que para eso estábamos en un bajo, pintábamos. David no había tocado un pincel en su vida, pero los artistas puros es lo que tienen, que les das un pincel o lo que sea y te la lían. Era impresionante lo que pintaba aquel muchacho con los acrílicos que le había regalado otro amigo. Recuerdo sobre todo dos pinturas, una de una ciudad laberíntica y cálida y otra de un coño que era bastante más psicodélico e inquietante que El origen del mundo de Courbet que por cierto conocimos entonces porque llevaba dos años expuesto en el museo dOrsay (es digno de mención que lo adquirió Lacan, precisamente en 1955 y sólo llegó al Estado Francés y a la luz como pago a Hacienda por los derechos sucesorios del psicoanalista). En ese ambiente no es extraño que a mí me diera por pintar una vidriera gótica que representaba una colorida felación, pero la historia de esa vidriera no es lo que nos trae hoy aquí.

Un par de años después de aquellas noches salvajemente artísticas todos estábamos en nuestras rutinas, en general no tan rutinarias como serían después, y yo salía de guardia. Todos los que han trabajado de noche conocen la sensación. Has sobrevivido a pesar del trabajo y de no dormir apenas y te sientes agotado y exultante a la vez, rozando la hipomanía. Se me ocurrió entrar a la tienda de discos y libros que había en Juan Bravo, Crisol. Muy mala idea. Y ¡horror! estaban en oferta las obras de Glenn Gould. Compré el CD de las Variaciones Goldberg de 1981 y de rebote El clave bien temperado entero, las Partitas (alucinantes) y no sé qué conciertos más. Unos 10 CDs. Me gasté lo que había ganado en la guardia, pero me pareció una buena idea.

Desde entonces, las dos versiones de Glenn Gould de Variaciones Goldberg viven conmigo.

El caso es que en estos veinte años, David y yo nos habremos visto dos o tres veces, pero el otro día me lo encontré cruzando un paso de cebra en la plaza de San Bernardo y nos contamos la vida. Yo le hablé de mi libro que el tío ya se ha comprado en Amazon y se ha leído lleno de entusiasmo, como es él para todo; y él me contó que estaba terminando una versión electrónica de las Variaciones Goldberg. Desde ese día hemos cruzado mensajes y me ha contado una historia preciosa en la que sale su padre. También me puso el otro día un verso en el Whatsapp que me pareció bueno y que me inquietó. Lo leí unas cuantas veces:

Llévame por sorpresa donde quiero ir

Al rato caí. Lo había escrito yo hace, eso, veinte años, y sí que me llevó por sorpresa donde quería ir, aunque no lo supiera un minuto antes. Resulta que no eran tan malos los poemas que escribía.

Y ahora espero que él me pase su versión y que vosotros nos contéis qué relación tenéis con las Variaciones Goldberg. No sé si él utilizará vuestras historias para su disco, pero quién sabe.


domingo, 7 de febrero de 2016

#chocolateconchocolate

Lo de #cuentobosque sigue en marcha, no dudéis. Ya tengo una idea de cómo empezar la maquetación, pero otro rato os cuento. La entrada de hoy tiene que ver con un momento de felicidad que os quiero contar. Resulta que el viernes organizamos una fiesta sorpresa a una amiga y creo que es de las pocas veces que he participado en la organización de algo por Whatsapp sin que de dieran ganas de bajarme del grupo. El caso es que la cosa se líó y acabamos preparando un menú especial con platos dedicados a la homenajeada, muchos, y con un texto delante de cada plato que iba relacionado con el plato y con la protagonista. Empezamos a la hora de comer y terminamos casi a la hora de la cena. Fue precioso.
Mi aportación fue la introducción al postre. Como a ella le gusta mucho el chocolate le regalé la etiqueta #chocolateconchocolate y unos cuantos textos. Resulta que la etiqueta no es original, claro, ¿Qué es original? Pero ahí queda el enlace para que ella entre cuando quiera, los comentarios que debéis rellenar con lo que os sugiera la etiqueta #chocolateconchocolate y la foto para que siga saboreando.

El último texto que leí es éste:

#chocolateconleche

Si me gustan los abrazos
dame dos

lunes, 1 de febrero de 2016

#cuentobosque I





Después de un mes de descanso tengo un plan.

Todos atesoramos defectos, y uno de los míos es tener demasiadas ideas. A veces en una mañana se me ocurren todos los proyectos que podría realizar en una vida y eso no es muy realista, así que lo que tengo que hacer es elegir y eso es duro, creedme. Con respecto al Club de escritura, en las próximas semanas me voy a centrar en un solo proyecto: #cuentobosque.
Cuando a finales de mayo empecé a escribir cuentos con el tema del bosque no pensé que llegáramos aquí, pero hemos llegado. La idea inicial era hacer microrrelatos relacionados con el bosque que era el tema del Maratón de los cuentos de Guadalajara de 2015 para poder contarlos en la madrugada del sábado de Maratón, en el apartado de "Cuentos mínimos", cosa que hice. Para el Maratón ya junté unos cuantos #cuentobosque, pero es que ahora hay muchos más y van con imágenes chulas y la verdad es que quiero poner punto final al proyecto antes de que el bosque no me deje ver ningún otro árbol. Así que el plan que tengo es:
  • Ordenar el material de #cuentobosque de modo que tenga sentido, al menos para mí.
  • Hacer una edición en papel y encuadernarla en un curso de encuadernación al que me he apuntado dentro de dos semanas.
  • Hacer una edición para subir a Amazon tanto en formato electrónico como en papel.
Está claro que para hacer todo esto hace falta aprender muchas cosas. Ya os iré contando y mientras, si queréis animaros con algún #cuentobosque os dejo los comentarios abiertos y también podéis utilizar la etiqueta en Twitter.