jueves, 23 de abril de 2020

Variaciones Goldberg casi gratis en el Día del libro



Cada cual estamos poniendo nuestro granito de arena durante este confinamiento para ayudar a los nuestros. De hecho, al quedarnos en casa, estamos contribuyendo a la salud de todos.

Por eso, hoy, Día del libro, David y yo, titiriteros de vocación, en agradecimiento, queríamos regalaros nuestro libro en Amazon.

Pero, porque siempre hay un pero, no ha sido posible. Lo hemos puesto al mínimo precio posible, 0,99€ (lo que nos deja unos 0,2€ de beneficio ineludible) y al darle a la opción de darlo gratis resulta que sólo estará gratis para los de Amazon Unlimited durante cinco días. Es una lástima que los deseos no sea tan fácil que se vuelvan realidad.

Por cierto que la música del libro-disco la podéis escuchar aquí.

Alguno pensará que por qué no lo subo al Dropbox y pongo el enlace, pero es que el pdf que tengo es de maquetación y no soy capaz de transformarlo en algo decente. Disculpad mi torpeza. De hecho el formato de Amazon, como en la mayoría de casos, es un poco feo.

Pero volvamos a lo importante. No os tengo que recordar lo que queremos a nuestro libro David y yo y lo chula que quedó su lectura el día de la poesía.

Lo mejor que os puedo sugerir, al tratarse de un libro con una maquetación muy vistosa que seguimos agradeciendo a Tony Amago, es que compréis el libro en papel. Desgraciadamente, el libro en papel está en proceso de revisión y saldrá en uno o dos días salvo demora inesperada, muy esperable en estos días, al ridículo precio de 3,66 dólares. Seguramente lo traducirán a 3,66€, que es el precio mínimo al que lo podemos poner sin ningún beneficio, precio que mantendremos hasta el final de la cuarentena al menos.

Y bueno, está en Amazon, porque, a pesar de las quejas del mundo editorial, es la vía que tenemos los escritores que no tenemos editorial por torpes o por malos o por lo que sea. Ah, os recuerdo que si queréis el libro con el CD, lo podéis encontrar en la librería La ballena de los cuentos en Guadalajara cuando abran las librerías.

Feliz #DíadelLibro

domingo, 5 de abril de 2020

Libros para un encierro II: La peste



Voy por la mitad. Releo este libro de Albert Camus 25 años después.
Escuchad este fragmento en voz de Javier Gallego (A partir del minuto 3:50) y me decís:




martes, 24 de marzo de 2020

Libros para un encierro I: La madre de Frankenstein

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La madre de Frankenstein

Almudena Grandes


Hace veinte años estuve tres meses trabajando en el psiquiátrico de mujeres de Ciempozuelos. Decir que trabajé quizá sea demasiado porque mi tarea consistía en llegar más o menos a la hora después de recorrer en Cercanías toda la Comunidad de Madrid y cruzar andando Ciempozuelos, esperar en el pasillo según escalafón a que terminara la reunión presidida por la enfermera-monja-jefe, tomar cafés, acompañar a Julio por los jardines y en sus visitas al pabellón de las pacientes con retraso mental (eso sí que era un encierro) y pasar el día en la Unidad de Media Estancia privada en la que eramos pocos pacientes y pocos terapeutas y teníamos que inventarnos qué hacer.
No fue algo memorable. Era un trámite para obtener el título de psiquiatra, pero me habría encantado que existiera este libro.

Os confieso que voy por la página 90 y aún así me atrevo a recomendarlo porque me está encantando. Cuenta la historia de la psiquiatría, la triste historia de la psiquiatría en España, la aterradora historia de España y la oscura historia de Hildegart Rodríguez Carballeira.
Os pongo unos fragmentos:


Oye, papá, ¿puedo hacerte una pregunta?, como esa señora habla tan bien y parece tan normal... No tanto, me interrumpió, cuando la has visto te ha parecido muy rara. Sí, admití, eso es verdad, pero luego, al oírla hablar... No es que no sea rara, pero no todos los raros están locos.


La paranoia es una enfermedad muy misteriosa, porque no afecta a las facultades intelectuales. Los paranoicos se mueven, hablan y hasta razonan como las personas sanas, aunque no sobre las mismas premisas, porque su dolencia distorsiona gravemente la realidad...


¿Y cómo sabéis que los delirios de grandeza van por delante de los persecutorios?, le pregunté. A lo mejor, primero sienten que les persiguen y luego se les ocurre que, si les persiguen tanto, será porque son muy importantes. Quiero decir que no es que se crean que son Napoleón y que por eso les persiguen, sino que... Ya, ya, si te he entendido, me respondió él. Y tienes razón, asintió con la cabeza para concedérmela, yo también me lo he preguntado muchas veces, pero la verdad es que no lo sabemos.

lunes, 24 de febrero de 2020

Querido diario



Querido diario,

Si quieres ver algo más de la historia de Ana Frank pulsa aquí o aquíaquí.


Querido diario,

tú sabes que «autoficción» es una redundancia.


Querido diario,

La vida no tiene sentido, pero oye, las sobras de ayer están buenísimas.


Querido diario,

Cuando los hijos hacen bien su trabajo de hijos, jode, pero qué más se puede pedir.


Querido diario,

He soñado que viajaba en avión y decían por megafonía: ¿hay algún filósofo entre el pasaje?


Querido diario,

Hay más historias como estas en Twitter.


Querido diario,

lunes, 20 de enero de 2020

Si Nietzsche fuera YouTuber



Estaba con esto en YouTube, pues cansado de ver vídeos de móviles, aviones, golpes, peleas y distintas mezclas de Mentos y CocaCola que me salían por el algoritmo de mi cerebro de simio, había escrito en el buscador «filosofía» y había cambiado de hilo.

Ha pasado mi hijo y me ha preguntado:
—¿Qué ves?
—Nietzsche
—Pues estaría bien que tuviera un canal de YouTube.

Pues eso, que es una pena que no lo tenga, que no existiera YouTube entonces. Claro que en algún rincón de la Web tiene que estar el Nietzsche del siglo XXI y seguramente debe tener pocos seguidores. El primero que se me ha venido a la cabeza como aspirante es Darío Sztajnszrajber, pero no creo.

Así que ahora estoy queriendo patentar un medidor de elementos dionisiacos y apolineos que facilite el diagnóstico psicopatológico y vital de los humanos para que no andemos tan perdidos. Por desgracia, como no me dé prisa, los vídeos de Mentos, que sí que se rigen por el eterno retorno, volverán.

lunes, 2 de diciembre de 2019

¿Qué hacer en caso de incendio?


Ayer comimos con unos amigos y uno de ellos recomendó este libro. En Internet está el prólogo de Errejón y las primeras páginas.

Hojearlo me ha recordado el poema de Robert Frost (¿de qué iba a escribir si no con este apellido?):


Fire and ice

Some say the world will end in fire,
Some say in ice.
From what I’ve tasted of desire
I hold with those who favor fire.
But if it had to perish twice,
I think I know enough of hate
To say that for destruction ice
Is also great
And would suffice.


Mientras encuentro una traducción que me guste, el ejercicio es que cada cual haga su canción de hielo y fuego para la Cumbre del clima, si puede ser sin dragones. Valen declaraciones de amor y declaraciones de emergencia.