jueves, 29 de agosto de 2013

Si eres creativo, tienes más boletos


Si eres creativo, tienes más boletos.
Hay gente que se ríe de la creatividad como si fuera algo innecesario, algo que estorba y quizá tengan razón, al menos desde su perspectiva.
Otros encontramos que sin creatividad, sin buscarle los tres pies al gato, la vida sería un coñazo.

Como sabéis, éste es un tema que me interesa. Hoy os traigo el caso de Germán. Un chaval chileno de 23 años que sube vídeos a Youtube todas las semanas y tiene millones de visitas. Su vídeo más visto es éste de las adicciones con más de 18 millones de visitas. A mí me encanta.

¿Qué hace uno con las cosas que se le ocurren? Germán lo cuenta muy bien en su autobiografía. Claro que confiesa que "antes de youtube solía creer que nadie me entendía y que mi sentido del humor era extraño y a nadie le agradaba".
El tema es encontrar formas de expresión en nuestra vida. No todas van a ser tan rentables económicamente como la de Germán, pero el dinero no lo es todo. La mejor manera de utilizar nuestras energías y nuestra creatividad es convertir nuestra vida en un lugar maravilloso para nosotros y para todos los que queremos. Eso sí que es el colmo de la creatividad: crear un mundo mejor, o al menos, un mundo más divertido y más feliz.
Está claro. Si eres creativo, tienes más boletos.




jueves, 22 de agosto de 2013

El silencio




El Silencio Que Queda Entre Dos Palabras
Roberto Juarroz

El silencio que queda entre dos palabras
no es el mismo silencio que envuelve una cabeza cuando cae,
ni tampoco el que estampa la presencia del árbol
cuando se apaga el incendio vespertino del viento.

Así como cada voz tiene un timbre y una altura,
cada silencio tiene un registro y una profundidad.
El silencio de un hombre es distinto del silencio de otro
y no es lo mismo callar un nombre que callar otro nombre.

Existe un alfabeto del silencio,
pero no nos han enseñado a deletrearlo.
Sin embargo, la lectura del silencio es la única durable,
tal vez más que el lector.



Hoy os regalo un poco de estar a solas. Un poco de silencio.


Gracias Roberto por la sugerencia.


El ejercicio lo ponéis vosotros.

viernes, 16 de agosto de 2013

Proyectos



Hace muchos años, unos 16 ó 17 me planteé el proyecto de traducir este libro de Bukowski. Es un libro de poemas de 400 páginas publicado en 1992. El caso es que lo terminé de traducir y casi lo publicó una editorial, pero se quedó en el casi. Años después otra editorial publicó una versión que no era la mía.
Hoy he encontrado la traducción entera en un formato que ya está en desuso pero que he podido convertir a .doc y éste es el primer poema:

Atasco
esa autopista Harbor sur a través de los
suburbios -de verdad, puede convertirse en algo realmente
increíble.
el viernes pasado por la tarde estaba sentado allí
quieto detrás de un muro de faros rojos,
ni siquiera nos movíamos en primera
mientras masas del humo de los escapes
oscurecían el aire de la tarde, motores
recalentados
y olía a embrague
quemándose
en alguna parte-
me parecía que delante de mí-
de la larga lenta subida de la autopista donde
los coches iban
de primera a punto muerto
una y otra vez
y de punto muerto a
primera.

en la radio oí las noticias
del día
al menos seis veces, conocía
bien los problemas del
mundo.
las emisoras que quedaban ponían una
música vacía, enferma.
las emisoras clásicas se negaban a aparecer
con claridad
y cuando lo hacían
era con rancias repeticiones de obras aburridas y
estándar.

apagué la radio.
un extraño vértigo empezó en mi
cabeza -algo giraba detrás de mi frente, con las
agujas del reloj pasó por las orejas y alrededor
del cogote, entonces volvió a la frente
y repitió todo el giro
otra vez.
empecé a preguntarme, ¿es esto lo que sucede
cuando uno se vuelve
loco?
pensé en bajarme del coche.
estaba en el que llaman carril
rápido.
podía verme a mí mismo ahí afuera
fuera del coche
apoyado en la mediana,
con los brazos cruzados.
entonces me resbalaría hasta la posición de
sentado, poniendo la cabeza entre
las piernas.

me quedé en el coche, me mordí la lengua, volví
a encender la radio, quise que todo aquel girar
parase
mientras me preguntaba si alguno de los otros tenía que
luchar contra sus
compulsiones
como yo.

entonces el coche que tenía delante
SE MOVIO
¡un palmo, 2 palmos, 3 palmos!

metí primera
¡y se hizo el MOVIMIENTO!
entonces volví a punto muerto
PERO
nos habíamos movido de 2 a
tres metros.

oyendo las noticias del mundo por
7ª vez
todo seguía mal
pero nosotros que lo escuchábamos
podíamos soportarlo de nuevo
porque sabíamos
que no había nada peor que
mirar
la misma matrícula
la misma cabeza muda pegada
al reposacabezas
en el coche de delante
mientras el tiempo se desvanecía
mientras la aguja de la temperatura se inclinaba
más a la derecha
mientras la aguja de la gasolina se inclinaba
más a la izquierda
mientras nos preguntábamos
de quién sería el embrague que se
quemaba.

éramos como el último,
enorme dinosaurio
arrastrándose débil hacia su guarida en algún lugar
de algún modo, puede que
a

morir.


Las propuestas para escribir hoy después de leer este poema del viejo Bukowski son varias: escribir sobre proyectos o sobre atascos, preferentemente con un estilo directo y claro como el de este autor.

domingo, 11 de agosto de 2013

Libro del mes II: El libro de los abrazos



Me regalaron El libro de los abrazos con un cálido abrazo. Lo leí, lo disfruté, lo releí y lo presté. Entonces me abandonó físicamente, pero siempre viene conmigo. Desde que tengo una copia en pdf releo fragmentos, como no puede ser de otro modo con los libros de Galeano, y me detengo muchas veces en estos dos, el primero muy conocido, el segundo, menos:

Los nadies
Sueńan las pulgas con comprarse un perro y sueńan los nadies
con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la
buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la
buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mańana, ni nunca, ni en
lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la
llamen y aunque les p ’que la mano izquierda, o se levanten con el
pie derecho, o empiecen el ańo cambiando de escoba.
Los nadies: los hijos de nadie, los dueńos de nada.
Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre,
muriendo la vida, jodidos, rejodidos:
Que no son, aunque sean.
Que no habían idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la
prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los mata.

Avisos
Se vende:
- Una negra medio bozal, de nación cabinda, en la cantidad de
430 pesos. Tiene principios de coser y planchar.
- Sanguijuelas recién venidas de Europa, de la mejor calidad, a
cuatro, cinco y seis vintenes una.
- Un coche, en quinientos patacones, o se cambia por una negra.
- Una negra, de edad de trece a catorce ańos, sin vicios, de nación
bangala.
- Un mulatillo de edad de once ańos, con principios de sastre.
- Esencia de zarzaparrilla, a dos pesos el frasquito.
- Una primeriza con pocos días de parida. No tiene críatura, pero
tiene abundante y buena leche.
- Un león, manso como un perro, que come de todo, y también una
cómoda y una caja de caoba.
- Una criada sin vicios ni enfermedades, de nación conga, de edad
como de dieciocho ańos, y asimismo un piano y otros muebles, a
precios cómodos.

(De los diarios uruguayos de 1840, veintisiete ańos después de la
abolición de la esclavitud.)


El libro es una bendición así que os invito a ponerlo en vuestra mesilla y mirar a través de él alguna noche de éstas. Ah, y contadnos vuestras historias de abrazos.

Un abrazo

viernes, 2 de agosto de 2013

Regalo de cumpleaños: el Congreso de los Imputados


Regalos de cumpleaños hay muchos y muy diversos. Por ejemplo, Ted Hughes le escribió Cartas de Cumpleaños a su malograda primera esposa, Sylvia Plath, durante años, después de su suicidio. Es uno de los libros más tristes y conmovedores que se pueden leer y, creedme, Hughes no era el monstruo que algunos dicen, a pesar de que su segunda mujer también se suicidó; era más bien un hombre desorientado y atractivo en este mundo de mujeres y hombres desorientados.
Pero hoy es mi cumpleaños y me he regalado este poema visual, ya que no tengo el valor de encaramarme y pintarlo de verdad en el Congreso.
Algo es algo.

El ejercicio de hoy no consiste en que me regaléis nada, ya me gustaría, sino en que habléis de algún regalo de cumpleaños. Por cierto, que mi regalo favorito es éste.