viernes, 27 de mayo de 2011

Cuentos de amor de Andres Neuman



Nadie sabe con certeza qué es lo que enciende al amor, aunque crea saberlo. De lo que todos tenemos una idea más clara es de lo que lo apaga. En resumen, la realidad lo apaga.

El ejercicio de hoy es escribir un relato de amor. Os dejo dos ejemplos de Andrés Neuman y muchas gracias a Javier por su poema-objeto.


La felicidad

Me llamo Marcos. Siempre he querido ser Cristóbal. 
No me refiero a llamarme Cristóbal. Cristóbal es mi amigo: iba a decir el mejor, pero diré que el único.
Gabriela es mi mujer. Ella me quiere mucho y se acuesta con Cristóbal. 
Él es inteligente, seguro de sí mismo y un ágil bailarín. También monta a caballo y domina la gramática latina. Cocina para las mujeres. Luego se las almuerza. Yo diría que Gabriela es su plato predilecto. 
Algún desprevenido podrá pensar que mi mujer me traiciona: nada más lejos. Siempre he querido ser Cristóbal, pero no vivo cruzado de brazos. Ensayo no ser Marcos. Tomo clases de baile y repaso mis manuales de estudiante. Sé bien que mi mujer me adora. Y es tanta su adoración, que la pobre se acuesta con él, con el hombre que yo quisiera ser. Entre los gruesos brazos de Cristóbal, mi Gabriela me aguarda desde hace años con los brazos abiertos. 
A mí me colma de gozo tanta paciencia. Ojalá mi esmero esté a la altura de sus esperanzas, y algún día, muy pronto, nos llegue el momento. Ese momento de amor inquebrantable que ella tanto ha preparado, engañando a Cristóbal, acostumbrándose a su cuerpo, a su carácter y sus gustos, para estar lo más cómoda y feliz posi­ble cuando yo sea como él y lo dejemos solo.


Despecho

A Violeta le sobran esos dos kilos que yo necesito para enamorarme de un cuerpo. A mí, en cambio, me sobran siempre esas dos palabras que ella necesitaría dejar de oír para empezar a quererme.

9 comentarios:

BRAGAOMEANO dijo...

El que no se consuela es porque no quiere. Llevar los cuernos con resignación , solo es posible si no tienes deseo sexual o problemas de erección. Yo que soy Libra, me enamoro a cada instante, veo una cara bonita, o porque no, un buen par de tetas, quizas un culo que induce al pecado. Y me enamoro locamente, sin conocer siquiera a la persona que mis ojos hacen que la única neurona que tengo, se me baje de la cabeza de arriba a la cabeza de abajo. Aunque la realidad siempre es la misma, llegar a casa, ¿ Que hay hoy de comer ?, lo mismo que ayer, lentejas, si quieres las comes o si no las dejas.

David Ruiz dijo...

Ahora que hay jóvenes que despiertan del futuro y toman las plazas, y sin embargo (o además) hay jóvenes que como exige la primavera, se besan interminablemente en los bancos de los parques. La luz hace brotar en los balcones de la calle mayor las flores como metralla de una revolución deseada e inesperada. Y parece un día cualquiera de cualquier fotografía, como si nada hubiera cambiado. Pero todo ha cambiado, aunque todo vaya a seguir igual, todo ha cambiado.

Henry dijo...

Hola, me presento, soy Enrique del curso de microrrelatos que hizo la biblioteca hace poquito.


En el ir y venir de nuestra relación siempre hemos ido pasando página.
Tú sigues queriendo pasar página, y a mí ahora no me apetece empezar cien años de soledad.

Mª José dijo...

Vuela el pájaro y se refugia
entre las ramas,
y yo busco cobijo
en tus palabras.

Pues me descansan.

Huye la liebre del galgo
que insaciable la acosa,
igual escapo del tedio
entre tus bromas.

Pues me descansan.

Aturdida entre las mieses
la perdiz espera.
Aturdida por tus besos
mi alma queda.

Pues me descansan.

Mª José Olivares

Mª José dijo...

No recuerdes mis ojos
por que...
ya no tienen el color
que viste un día,
ni tienen
el brillo y la ilusión que desprendían.

Tú no recuerdes
las risas ni las bromas
(que no entendía)
ni los silencios ni las miradas
esquivas.

Para qué recordar
un simple roce, leve caricia,
sutil amago de beso
rozado en la mejilla,
si ni tú ni yo podremos, nunca,
leer a oscuras poesía.

Y, por favor, de esto,
jamás te acuerdes,
que lo ocurrido se olvida
y lo inventado...
queda en tu memoria y en la mía.

Mª José Olivares

Mª José dijo...

Que no me quiere.
Me lo ha dicho esta mañana,
que no me quiere,
con la mirada baja
para que no vea que miente.

Que no me quiere.
Esta tarde, sin querer,
se le escapó de los labios
un: "no te quiero" que yo oí
escondida entre sus brazos.

Que no me quiere, esta noche
me susurra en el oido,
y esta vez mira mis ojos
por ver si me lo he creído.

"Querer es necesitar
y yo, amor, no te necesito.
Pero me gusta tenerte
a mi lado en el camino".

Mª José Olivares

Jesús Rocha dijo...

Hoy va con su pelo blanco, nunca se lo ha teñido, porque sabe que a mí me gusta así.

Maribel dijo...

El amor, tal y como yo lo conozco, tiene mucho que ver con las sensaciones y sentimientos que describe tan bien -con sencillez y belleza a la vez- esta maravillosa canción:

http://www.youtube.com/watch?v=OqnuZLhR2vM

Afortunado aquel que lo sienta de verdad alguna vez en su vida.
Creo que quien se muere sin sentir así, por propia incapacidad o por la mala suerte de no encontrar su "hogar", no ha vivido. Aunque dure un siglo.

Nachito Caballero dijo...

UN REGALO DESDE COLOMBIA-

MICRORELATO: DEL DIARIO DE MI PADRE.
"Después de hacerte el amor preparé café. Tú dormías. Inundé nuestra alcoba con las tazas dulces. Te desperté suavemente rozándote la sien. Un ovillo púrpura se dilató, exhibiendo, como se desnuda la colcha que abriga tu clítoris, la pupila celeste de tu ojo izquierdo. Luego me miraste con ternura, con lujuria, casi con compasión. Y olvidamos, tu y yo, juntos, felices, los golpes que nos ofrendamos ebrios la noche anterior." SALUDOS, UN ABRAZO, JAIME CABALLERO.