sábado, 2 de agosto de 2014

Pobre muchacha



Fonollosa no es nuevo en este blog. Como regalo de cumpleaños voy a escuchar el disco entero que le dedicó Albert Pla en 1995 utilizando los poemas del propio Fonollosa. El disco se llama Supone Fonollosa, una especie de Sostiene Pereira, pero más subversivo.

De todas las canciones hoy elijo ésta que se titula Pobre muchacha.

La letra es sencilla:

Pobre muchacha
Pobre muchacha hermosa apresurada
que deprisa vienes hacia mí al
cruzar la calle
y te pasas por mi lado sin saber que yo
que yo soy la razón de tu existencia
Tú ni siquiera me ves, yo te sonrío
y admiro tus cabellos
y tus piernas
y tu culo

Tú estás tan buena,
yo te haría tan dichosa
Pero tú ...
tú te lo pierdes con tu prisa.



Yo no soy tan hermoso como ella, pero hay cosas que me pierdo con mi prisa, y eso no puede seguir así.


El ejercicio de hoy consiste en empezar así:

Pobre muchacha/o hermosa/o apersurada/o...

Y luego, terminarlo.

4 comentarios:

Maria José dijo...

Pobre muchacho hermoso apresurado,
que me miras de lejos y a escondidas,
que cambias, nervioso, de mano tu móvil
y que finges descuido con cuidado.

Pobre muchacho hermoso apresurado,
no adelantes el temido "no" por respuesta
a tu rápida pregunta nunca realizada,
que se frena ante mi tiempo ilimitado.

Pobre muchacho hermoso apresurado,
por tus infundados miedos pierdes
(una vez y otra, un año y otro, una vida y otra)
descubrir por fin cómo me llamo.


Mª José Olivares

María José dijo...




El Castillo de Fuego de las nubes
escondía al dios desencantado,
que miraba a los montes encendidos
con ojos de mortal enamorado.
Escuchaba atento y sorprendido
los poemas arrastrados por el viento,
y, a veces, todo en él sonreía,
y a veces todo él era un lamento.
No te quedes oculto en tu Castillo,
no te ofendas por los descuidos del miedo,
no digas que no morir no es vida.
Morir es no vivir dentro de un verso.
Volemos tú y yo, sin artificios,
agarrados a un jirón de tiempo.
Aléjame de palabras que no sirvan
para decir al oído lo que siento.


Mª José Olivares

BRAGAOMEANO dijo...

De nuevo, María José, me dejas arrodillado a tus pies,
que gran poetisa.
Cuanta belleza en tan poca letra.
Soy un pobre muchacho, que un día fui hermoso, ahora apresurado a fin de mes.
Buscando respuestas a los porqués.
En difícil equilibrio con la vida actual, que han echo cambiar las reglas de antaño.
Busco en mi memoria, historias pasadas, que me hagan sentirme bien. Escuchando la canción de " La chica de ayer ".

Anónimo dijo...

Pobre muchacha hermosa apresurada,
mirabas ligera al mundo y sonreías.
Yo bloqueado con tu alegría,
mil palabras me imaginaba.
Pasaron años, meses, días...
Hoy te he vuelto a ver apoyada sobre la ventana,
ahora tus ojos no danzaban,
andaban perdidos en la penumbra,
tu encantadora boca ya no reía.
Hoy una mueca nos unía.
Jemart