sábado, 5 de marzo de 2011

¿Es esto admisible?

Ayer, leyendo la prensa en Internet, la vista se me fue, como no podía ser de otro modo, a un anuncio con esta imagen. Hace referencia a un artículo de la revista "Yo dona", y a primera vista me temí lo peor. Pinché en el anuncio y encontré confirmación en el resumen que ofrecen en Internet:

"Según los datos de la Clínica Londres en los tres primeros meses del año han aumentado las operaciones mamarias en más de un 40% entre las españolas, confirmando así la tendencia anterior cuando en 2010 creció un 30% este tipo de operaciones. Ha sido en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Sevilla donde más han aumentado estas intervenciones quirúrgicas.
Aunque estos datos vienen a confirmar el buen momento por el que pasa la cirugía estética hay que tener en cuenta que en los meses de marzo y abril es cuando más operaciones mamarias se realizan.
Este aumento se ha visto favorecido por las mejoras en las condiciones de quirófano, con intervenciones de tan sólo una hora, anestesia no invasiva y postoperatorios muy cortos y llevaderos."

La publicidad es a veces terrible como cuando parodiamos lo de Nueva Rumasa. En este caso tenemos una triste caricatura de lo que en esta sociedad se supone que es ser mujer que viene a decir algo así: "chicas, ahora es buena época, muchas lo van a hacer, no esperéis, otras se os podrían adelantar. Poneos unas tetas más grandes y más personas las mirarán; total, los quirófanos están limpios y si hay anestesista será más dificil que la palméis. Y como resumen para que se os quede: sólo se tarda una hora y el postoperatorio es corto y llevadero."

Casi me apetece a mí...
En fin. Elegid un anuncio que os hiera especialmente y traducidlo o haced vuestra caricatura.
Nos vemos el martes 8 en la biblioteca, 19 horas.

7 comentarios:

Toño dijo...

Lo peor es que en una de las pantalla de gestión del blog (que sí incluyen publicidad porque ahí no puedo eliminarla) mientras editaba esta entrada me ha salido un anunción de una clínica de las llamadas "de estética". Google ha detectado de lo que estaba hablando, pero no ha terminado de comprender. Asco de máquinas.

Mª José dijo...

Es cierto:

Nos depilamos de manera compulsiva zonas que, si no hubiéramos tenido nunca vello estaríamos seriamente preocupadas.

Nos teñimos la melena a la primera cana para que nadie se dé cuenta de la edad que tenemos.

No comemos lo que nos apetece porque disfrutar es sinónimo de culpa.

Buscamos tener una cara de muñeca y nos estiramos la piel como panderetas, tensando nuestras expresiones hasta hacerlas desaparecer.

Elevamos nuestros pechos a alturas donde nunca estuvieron.

Corremos, saltamos, sudamos y pedaleamos a ritmos mecánicos con el fin de retrasar la evolución natural de nuestro cuerpo.

Cortamos a golpe de bisturí las pruebas de que un día fuimos madres.



Es cierto, todo es dolorosamente cierto pero...
¡qué bello cadaver!.


Mª José Olivares

David Ruiz dijo...

Partiendo de la base de que la publicidad es el vil arte de vendernos cosas que no necesitamos, ya sea una marca, un producto o un político, yo no sabría por dónde empezar si tuviera que elegir solo un anuncio. Supongo que sería uno de esos de Coca-Cola en los que por condicionamiento clásico se intenta asociar el refresco con cosas felices.

Pero mis preferidos son aquellos que no solo intentan acomodarse en tu inconsciente sino que además vienen acompañados de teorías científicas ya obsoletas. Y en este sentido sin duda el rey es el del alargador de pene que resucita la caduca teoría Lamarckista de que el uso genera el órgano. Así que solo puedo decir ¡Viva Lamarck y los penes estirados (que no largos) y abajo Darwin y la Teoría de la Evolución! En esto coincido con Rouco Varela, aunque espero que por motivos diferentes.

Por si hay algún publicista de Coca-Cola leyendo: si escribes “alargador de pene” en Google salen 27.900 resultados.

Alicia dijo...

¿Se debe mostrar la realidad por encima de la intimidad?

Se trata de un debate profundo y controvertido. ¿Qué evidencias necesitamos para creer que un hecho ha ocurrido efectivamente? En el mundo de las imágenes, parece que si no confirmamos algo con evidencias visuales, los hechos que se describen estarán cuestionados permanentemente.

Nunca creeríamos que haya ocurrido un caso de violencia de género a no ser que veamos la sangre de la víctima tiñendo la puerta del domicilio familiar. ¿Es esa confirmación necesaria o bastaría con conocer que existe un informe forense? ¿Dónde termina la información y empieza el morbo?

Todos sabemos que existe pobreza y miseria en muchas partes del mundo, y es un hecho que ésta se ceba especialmente con las mujeres y niñas. Las campañas de publicidad de ANESVAD han sido controvertidas durante años porque para los dirigentes de esta ONG parece ser válido mostrar imágenes de niñas y niños leprosos, hambrientos o simulando pertenecer a una red de prostitución si con eso consiguen remover conciencias. Yo me pregunto ¿es lícito entonces incitar a la donación incidiendo en el sentimiento de culpa? ¿Se puede aceptar la sensibilización a cualquier precio? Para los dirigentes de ANESVAD parece claro que sí. No han tenido problema en utilizar imágenes discriminatorias de menores, que profundizan en el estigma y la generalización; total, como son pobres, su dignidad es inferior a sus necesidades.

BRAGAOMEANO dijo...

Para mi lo del andropenis es el rey. Lo suelen comprar chicos con poca actividad sexual, porque si llevaran una vida sexual sana, se darían cuenta que la mujer prefiere cariño y detalles a un gran pene , que en la mayoría de las veces las produce dolor no placer. Asi que mejor pequeña y juguetona que grande y ...,

Jesús Rocha dijo...

Para los griegos el arte era la excelencia de copia la realidad, después vino Freud, descubriendo que muchos placeres son producto de sueños, de reminiscencias infantiles. Hoy los publicitas saben de estas fuerzas subjetivas, mezclan estas ideas y forman cócteles que nos obligan a buscar e imitar la juventud, la forma perfecta, los ambientes infantiles. Los anuncios de coca-cola, de coches, de bancos, de lavadoras… presentas gentes felices, celebrando rituales en mundos idílicos que no se parece en nada a la realidad. Los anuncios manipulan la realidad, deberían estar obligados a presentar cada uno, su contrario: un contra-anuncio, mostrando las tonterías e incongruencias que contienen el primero, para que no nos creamos tanta tontería irreal. Como cuando al héroe romano, mientras era aclamado, una persona le recordaba al oído que era mortal.

David Ruiz dijo...

Se implantó unos pechos más grandes, unos labios más gruesos, se puso culo. Pero con el corazón igual de pequeño su sangre no regaba las nuevas zonas de su cuerpo. Todo acabó por necrosarse y morir a causa de un defecto de ingeniería estética.