domingo, 8 de junio de 2014

Maratón de los cuentos de Guadalajara


El tema de este año del maratón de los cuentos de Guadalajara es el agua. Aquí tenéis el programa. Supongo que como todos los años, en la madrugada del sábado al domingo, habrá un espacio para los microrrelatos y ésta es la propuesta de hoy, escribir uno o varios microrrelatos que tengan que ver con el agua y contarlos en la madrugada del maratón.

Esto me ha recordado dos microrrelatos de Ana María Shua que tienen que ver con el agua para que os inspiren:



Todos los patitos se fueron a bañar y el más chiquitito se quiso quedar. Él sabía por qué. El compuesto químico que había arrojado horas antes en el agua del estanque dio el resultado previsto. Mamá Pato no volvió a pegarle: a un hijo repentinamente único se lo trata –es natural− con ciertos miramientos.



¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el  segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, repite el segundo. Entretanto la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique  sin remedio.




Dejad vuestras propuestas en los comentarios.

Si estáis un poco más pasivos, os invito a pasar por el puesto de Cyrano para que os escribamos un poema o un cuento por 1€.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Los hombres de sacos
Tradicionalmente, para asustar a los niños españoles, se ha empleado el cuento del “hombre de saco”. Ahora, como casi todos los españoles adultos no creen en nada, había que potenciar la figura del hombre del saco, y volver a reforzar los sustos con hombres del saco específicos, especializados. Habría que crear el Departamento ministerial de los sustos. Por ejemplo: ligar los resultados de los inspectores de Hacienda, al hombre del saco de los chorizos; para los jueces que no juzgan con justicia, el hombre del saco de los reos; para los políticos que engañan, el hombre del saco del pueblo; para los curas que se aprovechan de la buena fe de la gente, el hombre del saco del demonio; para los terroristas, el hombre del saco de la ira de las victimas; para los incívicos que no recogen las cacas de sus perros, el hombre del saco con cagadas de perro en el fondo; para los ladrones; el hombre del saco de las manos cortadas. Podríamos seguir añadiendo categorizaciones de hombres del saco… Pero realmente bastaría con que todos hiciéramos bien nuestro trabajo y se cumpliera lo que es natural para no molestar a los otros.
j. Rocha