sábado, 28 de junio de 2014

Felicidad = realidad - expectativas



En el maravilloso blog Wait but why podéis encontrar una luz inesperada que os hará ver desde otra perspectiva muchas de las grandes cuestiones de la vida como la forma de elegir pareja o todo lo que hay detrás del nombre que pones a tu hijo. Hoy me he quedado leyendo la entrada que se titula ¿Por qué son infelices los yuppies de la generación Y? y me ha parecido interesante. Aunque en principio lo que cuenta se refiere a los nacidos entre finales de los 70 y mitad de los 90 yo lo veo más universal. Por ejemplo, su fórmula de la felicidad no tiene desperdicio y podéis verla gráficamente en la imagen: si el grado de felicidad depende de las expectativas y de la realidad, cuando ambas están muy alejadas surge la frustración que, por lo visto, es típica de la generación Y. Yo lo veo en más generaciones.
El otro día viendo la película Begginers, el protagonista, de la generación X, dice: "Nuestra buena suerte nos permitió sentir una tristeza para la que nuestros padres no tuvieron tiempo, y una felicidad que nunca vi en ellos." Quizá éste sea nuestro problema.

¿Qué se os ocurre en relación con la felicidad?

3 comentarios:

Maria José dijo...

No es justo.
No estamos preparados para ciertas preguntas.
Para otras sí.Para otras, desarrollamos respuestas a lo largo de nuestra vida. Como vendedores profesionales, elaboramos las diferentes variaciones ante un mismo hipotético caso; y contestamos o no, sonreímos o no, nos enfadamos o no... Las variables forman parte de nuestras decisiones.
Pero entonces llega la Gran Pregunta: ¿Eres feliz?
Y tú, que lo eres y no lo eres, piensas que no es justo que nos pidan sinceridad, por que todas las respuestas serán mentiras. Solo se me ocurre responder con más preguntas:
¿Cuándo?
¿Con quién?
¿Dónde?
¿Haciendo qué?
¿Entenderás si te digo que no?
¿Seguirás preguntando si te digo que sí?
No es justo.
Algunas preguntas deberían quedarse quietecitas en un rincón, castigadas, aisladas... por que lo que tocan, TODO lo que tocan, se rompe.


Mª José Olivares

BRAGAOMEANO dijo...

El único problema es que nos han robado el futuro, cosa que nos impide soñar. Nos han metido en un túnel que no tiene salida, algunos se quitan la vida para poder ver la luz del final.
Y eso, no se lo habían quitado a ninguna generación en un país desarrollado.

Anónimo dijo...

Estoy con María José, en todo, la felicidad es una abstracción mental, momentánea, circunstancial, falsa y mentirosa…aunque la felicidad brota de la vida, aunque la búsqueda de la felicidad nos mantenga vivos. Es posible que la felicidad sea producto de un proceso químico que se da en nuestro cerebro para empujarnos a seguir viviendo y sobreviviendo. Un mecanismo de protección instintivo. En fin, escribo en estado feliz o infeliz… escribo, que no es poco.
J.Rocha