viernes, 2 de agosto de 2013

Regalo de cumpleaños: el Congreso de los Imputados


Regalos de cumpleaños hay muchos y muy diversos. Por ejemplo, Ted Hughes le escribió Cartas de Cumpleaños a su malograda primera esposa, Sylvia Plath, durante años, después de su suicidio. Es uno de los libros más tristes y conmovedores que se pueden leer y, creedme, Hughes no era el monstruo que algunos dicen, a pesar de que su segunda mujer también se suicidó; era más bien un hombre desorientado y atractivo en este mundo de mujeres y hombres desorientados.
Pero hoy es mi cumpleaños y me he regalado este poema visual, ya que no tengo el valor de encaramarme y pintarlo de verdad en el Congreso.
Algo es algo.

El ejercicio de hoy no consiste en que me regaléis nada, ya me gustaría, sino en que habléis de algún regalo de cumpleaños. Por cierto, que mi regalo favorito es éste.

7 comentarios:

Jesús Rocha dijo...

Yo debo ser un poco rarito, no me gustan los regalos de cumpleaños, ni los cumpleaños. Creo que la vida es continua...y los hitos que nos ponemos, no hace más que resaltar la pequeñez de nuestra condición humana. Esta claro que nacer y morir, nos marcan. Pero regodearnos con haber nacido no dice mucho de nosotros: es circunstancial y azaroso.
Los regalos es otro tema, para mí, un regalo debería tener que ver más con una emoción, un pronto, un pálpito. Encorsetarlo a una fecha azarosa es, al menos, limitante. El mejor regalo es una flor, recogida en el campo, y dada en mano a la persona amada, cuando lo pide el corazón.

Tavo dijo...

¿No influiria con sus palabras en los suicidios?

BRAGAOMEANO dijo...

Felicidades Josean, que cumplas muchos mas. Te lo mereces todo. Eres un tío grande y una persona generosa, que en los tiempos que corren,la generosidad hay que buscarla con el candil de Diogenes.
¡ Un fuerte abrazo !
y recuerda ; Don't Worry be happy.
(que alguien enlace a la canción de dicho nombre, please)

David Ruiz dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
David Ruiz dijo...

Si hay una figura que a lo largo de los siglos ha sido ignorada pese a su gran valor esa es la del creador de oportunidades. El ser humano da más valor al héroe que consigue la gesta que a cualquier persona que haya contribuido a allanarle el camino para que llegará hasta donde llegó. Es por eso que Leo Messi tiene tres balones de oro mientras que Andrés Iniesta solo tiene nominaciones. Es por eso que muchos artistas son anónimos en favor de sus personajes, cuadros o esculturas.

Es por eso.

El propiciador permanece a menudo en las sombras, no porque sea un personaje siniestro u oscuro, simplemente los focos no le buscan como al protagonista al que ayuda. Sin embargo al reconocimiento del propiciador en la sombra contribuyó un escritor, con un libro llamado Don Quijote de la Mancha, que según me han comentado es bastante bueno y se ha vendido relativamente bien. Aquí mi vecino no solo puso a un escudero a la altura de su héroe sino que le dio más sentido común que a su amo. Pero ésta solo es la excepción que confirma varias reglas.

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Sirva esta despedida pública y tardía de un héroe venido a menos, de un escritor sin tiempo para la escritura, que tiene que reconocer en Josean al creador de oportunidades que muchas veces puso el cómo, el dónde y el cuándo para que pudiera perpetrar sus cuatro borrones de tinta. Y mediante este documento reconozco la custodia compartida y su patria potestad sobre todo lo escrito de mi puño y letra que, seamos sinceros, sin su ayuda no habría sido más que sinapsis perdidas en un cerebro que cada vez funciona peor.

Para simplificar y dirigido a los amantes de lo escueto en realidad todo este circunloquio puede resumirse en solo dos palabras,

Gracias maestro

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P.D. Y felicidades. Se aceptan peticiones.

http://www.youtube.com/watch?v=d-diB65scQU

BRAGAOMEANO dijo...

Gracias por poner el enlace.
La rutina diaria mata al escritor.
Las obligaciones de ser una persona normal, con trabajo, familia e incluso algunos patria. Deja poco tiempo para la lírica. Quizás quitando el sillón, pero también habría que quitar la televisión y la
conexión a Internet, el móvil de los de solo hablar, debe ser invierno todo el año, que no te den ganas de salir a la calle. Y que los que comparten contigo el habitáculo familiar, te dejen algo de tiempo y soledad, para poder escribir.
Ser un "privilegiado", tiene muchas deudas.
P.D: David, se que volverás, para mi junto a María José eres la mejor pluma que ha pasado por aquí.

Mª José dijo...

Los regalos. Los regalos tienen dos enfoques: los que haces y los que te hacen.

Los regalos que haces, a su vez, se dividen en los de compromiso y los de por gusto.
Los de compromiso pueden clasificarse por el nivel de este: si el compromiso es grande el presupuesto ha de estar en consonancia; si no, vale el detalle junto con la frase "no sabía qué traer, ¡como tienes de todo!".
Si el regalo se hace por gusto, será el dinero el matiz distintivo. A veces el tiempo también influye. Si tenemos presupuesto libre para expandirnos en la amistad, y tenemos tiempo para emplear tardes enteras y días diversos, disfrutaremos buscando ese regalo "perfecto" que nadie podría imaginar. Cuando el dinero escasea pero el tiempo sobra, también podemos sorprender con algún imaginativo (y barato) presente. En el caso de que no contemos con libertad económica ni con excedentes de horas, el problema se suple con el cariño que, esperamos, nos tiene la persona homenajeada. O llevas unos pasteles.

Los regalos que te hacen tienen otras divisiones: los que te esperas y los que no.
Los que te esperas pertenecen a dos grupos, unos son los del "¿cuándo se va a enterar que no bebo vino"? y otros los de "menos mal que se acordó, sino la tenemos".
Los que no te esperas son difíciles de clasificar, por que las variantes son infinitas: por la persona que lo hace, por el motivo de la reunión, por la relación con el resto de personas, por anteriores celebraciones, por el nivel de amistad...

Los regalos conllevan dos actos simultáneos, la entrega y el recibo. La reacción de la persona que recibe un regalo ha de atenerse a normas sociales. Sonreir, sorprenderse, agradecer.
El que entrega ha de seguir un mismo protocolo. Observar condescendiente, informar y ofrecer datos sobre la compra y/o el objeto, disminuir humildemente el valor del acto...

Tras este breve texto expositivo, solo queda informar que mi cumpleaños es el 30 de marzo y que me encantan los regalos.



Mª José Olivares