viernes, 12 de junio de 2009

Prohibamos

Otros lo hacen, por qué nosotros no. Juguemos a prohibir.
Chavez, el presidente o lo que sea de Venezuela ha decidido prohibir CocaCola Zero porque ha llegado a la conclusión de que es peligrosa para la salud. Vaya tontería, no hace falta ser lo que sea él para llegar a esa conclusión. Todo el mundo sabe que la CocaCola es peligrosa para la salud, y los coches, y trabajar las horas que trabaja la mayoría de la gente, pero no por eso vamos a dejar nuestros hábitos. ¿O sí?

Bueno, antes de que lo olvide todavía más y os avise después del día que es (perdonadme), la última quedada presencial del taller de escritura es mañana en el sitio de costumbre a la hora de costumbre (Biblioteca a las 11). Hay que traer al menos 10 ejemplares de un escrito vuestro. Valen octavillas, pero hay que traer para todos. Para que os inspiréis os pongo lo que trajo la gente al final de uno de los talleres. Como veis, quedan muy bien los dípticos, los trípticos y las pajaritas de papel llenas de letras también son bien recibidas. Nos vemos mañana. Otro aviso: empieza el maratón de los cuentos de Guadalajara esta tarde. Si podéis acercaros, merece la pena. Allí estaremos también la tarde del viernes y del sábado con el Cyrano.

Volviendo al ejercicio de hoy, Prohibamos. Prohibamos lo que nos dé la gana por el motivo que nos parezca.

7 comentarios:

Toño dijo...

Prohibamos los edulcorantes; el ciclamato que por algo lleva prohibido en los Estados Unidos 40 años (Chavez lo hace por eso, no por quedarse con la CocaCola); prohibamos la sacarina que no sabe bien y encima ni engorda (aunque hay estudios que dicen lo contrario); prohibamos el aspartamo, porque según otros muchos es cancerígeno y encima caro; prohibamos el azúcar en todas sus formas, refinada porque tiene química, morena porque no podemos garantizar que sea 100% biológica; prohibamos la fructosa que donde tiene que estar es en la fruta; y en resumen prohibamos todo lo dulce; lo dulce engorda; lo dulce mata; y quedémonos en casa; porque también la vida mata.

BRAGAOMEANO dijo...

Prohibamos la masturbación,
porque produce ceguera, flojedad
de extremidades, pelos en las manos,
espinillas en la cara. Y en el caso de Kung Fu, incluso la muerte.
Prohibamos el amor que termina en sexo, porque eso pruduce hasta enfermedades mentales, celos, violencias de genero.
Prohibamos a las ministras, que lo son solo por el hecho de ser mujer y se inventan palabras. Aunque a mi que soy un chico morboso, me gustaria verlas desnudas en el Interviu.
Prohibamos a Bragaomeano en este blog, porque la mayoria de veces solo escribe tonterias y provocan en los que las leen mala leche.
¡ Que vuelva Pol-Pot y los Jemeres rojos y nos manden al campo a morir de Hambre ¡

UNA CERVEZA dijo...

Prohibamos las letras, y por consiguiente los libros, porque dicen cosas que no debemos conocer.
Prohibamos las notas musicales, y por tanto la música, porque es un entretenimiento que no sirve para nada.
Prohibamos además el cine porque nos distrae de todo.
Prohibamos las películas familiares y las fotografias, porque nos traen recuerdos de tiempos pasados.
Prohibamos lo dulce y lo sálado porque nos engorda.
Prohibamos los colores, que nos pueden alterar y confundir con su gran variedad.
Prohibamos la comida basura y los menús del día por no tener clase. Pero también la alta cocina porque apenas sirven comida en el plato y es muy cara.
Prohibamos los descuentos, las rebajas y el comercio justo que hace que el comerciante no tenga amplios beneficios que les permita tener una gran vida.
Prohibamos las risas y todo aquello que nos desconcentre de una monotonía.
Prohibamos los columpios y los juegos de niños por ser peligrosos.
Prohibamos los parques porque nos impiden una construcción coherente, sobre todo en el centro de las ciudades.
Prohibamos el ocio y las horas muertas sin hacer nada, porque ese tiempo estará desperdiciado.
Prohibamos la lluvia porque moja y los días soleados porque nos hacen sudar.
Prohibamos el andar descalzos porque podemos coger hongos, infecciones o hacernos heridas en los píes.
Prohibamos besos, arrumacos, sexo y cualquier acercamiento entre dos o más personas porque todo eso es fuente de virus y enfermedades.
Prohibamos todo esto y más cosas similares y montemos un negocio de vender cosas para ayudarnos a suicidarnos que nos vamos a hacer de oro.

David Ruiz dijo...

prohibamos el anonimato
que en libertad es una cueva de cobardes
y un refugio para mediocres

prohibamos los destructores y los acorazados
los primeros por inútiles los segundos por impenetrables

hasta que la masa entienda sus obligaciones
prohibamos el prohibido prohibir
y la libertad entendida como una parcela privada
por la que pasearse en ropa interior

prohibamos que las personas mayores de cuarenta
puedan ponerse ropa de chavalitos de veinte
o cortemos por lo sano y en general prohibamos
que los feos salgan a la calle

prohibamos a los asesores y los intelectuales perezosos
que son capaces de darte cien consejos para mejorar
pero son incapaces de llevar ninguno a cabo

ahora que el verano es inminente
prohibamos los helados [y para darle gusto a los curas]
los bikinis y las minifaldas [aunque a lo mejor les damos
un disgusto]

prohibamos lo que queramos
a las dos horas habrá un mercado negro, una mafia
o un camello vendiéndolo frente a tu casa

Sibelius dijo...

Dos citas que dejo en el anonimato:

- Hay tres formas de hacer algo: por ti mismo, contratar a alguien o prohibirlo.

- Prohibir lo que queráis, menos nacer.

Jesús Rocha dijo...

De verdad, prohibido desanimarse.

Anónimo dijo...

Últimas normas de circulación.

Prohibido conducir bajo los efectos de la soberbia,la ira y la envidia, si tiene los niveles altos de cualquiera de ellas sientese con un cojín en la parte trasera(del vehículo).
Prohibido conducir bajo los efectos de la lujuria y la gula si tiene los niveles altos siga la indicación anterior salvo en lo relativo al cojín que puede sustituirse.
Prohibido conducir bajo los efectos de la televisión basura, las tertulias omniscientes y los columnistas furiosos, si tiene los niveles altos mejor respire profundamente durante diez minutos en lugares abiertos antes de sentarse al volante.
pp