sábado, 14 de enero de 2017

Atlas Pessoa


En el Círculo de Bellas Artes hay una exposición de Pessoa impresionante. Si queréis ir a verla, os lo recomiendo, pero si no vais a otra cosa al Círculo (terraza, exposición de Capa en color hasta mañana, La pecera, etc.) no es necesario acercarse, porque todo el material que se expone en distintas pantallas está en su web (ver Mediateca).

Lo más alucinante de todo es el Atlas Pessoa. No os digo nada más. Entrad y ved.

Pessoa ya estuvo en el taller escribiendo cartas de amor ridículas y una poética de los viajes. Hoy nos trae este texto incluido en El guardador de rebaños de su heterónimo Alberto Caeiro:

V

Bastante metafísica hay en no pensar en nada.

¿Qué pienso yo del mundo?
¡Yo qué sé lo que pienso del mundo!
Me pondría a pensarlo si enfermara.
¿Qué idea tengo de las cosas?
¿Qué opinión es la mía sobre causas y efectos?
¿Qué he meditado sobre Dios y el alma
y sobre la creación del Mundo?
No sé. Pensarlo es para mí cerrar los ojos
y no pensar. Es correr las cortinas
de mi ventana (que no tiene cortinas).
¿El misterio de las cosas? ¡Qué sé yo qué es el misterio!
El único misterio es que haya quien piense en el misterio.
Quien está al sol y cierra los ojos
al principio no sabe qué es el sol
y piensa muchas cosas llenas de calor.
Mas abre los ojos y ve el sol
y no puede ya pensar en nada
porque la luz del sol vale más que los pensamientos
de todos los filósofos y de todos los poetas.
La luz del sol no sabe lo que hace
Y por eso no yerra y es común y es buena.
¿Metafísica? ¿Qué metafísica tienen esos árboles?
La de ser verdes, la de tener copa y ramas,
y la de dar fruto a su hora, y eso no nos hace pensar
que no sabemos darnos cuenta de ellos.
¿Habrá mejor metafísica que la suya
de no saber para qué viven
ni saber que no lo saben?
«Constitución íntima de las cosas»...
«Sentido íntimo del universo»...
Todo eso es falso, todo eso no quiere decir nada.
Increíble, que se puedan pensar cosas así.
Es como pensar en razones y fines
cuando empieza a rayar la mañana y allá por la arboleda
un vago oro lustroso va perdiendo oscuridad.
Pensar en el sentido íntimo de las cosas
es sobreañadir, es como pensar en la salud
o llevar un vaso al agua de los manantiales.
El único sentido íntimo de las cosas
es el de no tener íntimo sentido alguno.
No creo en Dios porque nunca lo he visto.
Si él quisiera que yo creyese en él
vendría sin duda a hablar conmigo,
y cruzada mi puerta, casa adentro,
me diría: ¡Aquí estoy!
(Esto tal vez suene ridículo al oído
de quien, por no saber qué sea el mirar a las cosas,
no entiende al que habla de ellas
con el modo de hablar que el fijarse en ellas nos enseña.)
Pero si Dios es las flores y los árboles
y los montes y el luar y el sol, 
entonces creo en él,
entonces creo en él a todas horas
y mi vida entera es una oración y misa
y una comunión con los ojos y por los oídos.

Pero si Dios es las flores y los árboles
y los montes y el luar y el sol,
¿por qué llamarle Dios?
Le llamo flores y árboles y sol y luar y montes;
porque si él se hizo, para que yo lo viese,
sol y luar y montes y árboles y flores,
si ante mí aparece como árboles y flores,
y luar y sol y flores
es porque quiere que yo le conozca
como árboles y montes y flores y luar y sol.
Y por eso obedezco
(¿qué más sé yo de Dios que Dios no sepa de sí mismo?).
Le obedezco al vivir tan espontáneamente
como quien abre los ojos y ve,
y le llamo luar y sol y flores y árboles y montes,
y le amo sin pensar en él,
y lo pienso al ver y oír,
y ando con él a todas horas.




De momento, vuestro ejercicio empieza así:
"Bastante metafísica hay en..."

4 comentarios:

Toño dijo...

Bastante metafisica hay en escribir una frase.

Maria José dijo...

Metafísica.
¿Qué sé yo de metafísica?
Bastante metafísica hay en estar vivo.
En creer que puedo entender
lo que es estar vivo.
Bastante metafísica hay en este papel,
vacío y vano,
oscuro y blanco.
Inocente y culpable.
Papel, yo te acuso,
de metafísico.
Bastante metafísica hay en amar.
Amar es la metafísica más íntima.
Bastante metafísica hay en el olvido.
Los olvidos. Nunca es uno.
¿Hablamos de recuerdos
pero de un solo olvido?
Hay metafísica en saber
que hay multitud de olvidos.
¿Qué sé yo de recuerdos?
¿Qué sé yo de olvidos?

Bastante metafísica hay
en estar cuerdo.




Mª José Olivares

Anónimo dijo...

Bastante metafísica hay en un grito,
abrupto; prolongado; con garras
que se intentan aferrar a la carne,
al asidero inexistente del alma.
Un grito que
al exhalarlo,
despliega desde su lecho
unas inútiles alas.
Fútil viento,
reclamo en los oídos de la parca.

Fdo:Pedante transnochado

Anónimo dijo...

Bastante metafísica hay en el tiempo.