domingo, 16 de noviembre de 2014
Entrada en construcción...
Como ya pasó el año pasado, me han pedido que prepare algo para leer en la noche del terror del festival eñe (a las 23h). Lo he tenido claro, quiero leer o contar leyendas urbanas. De momento tengo está que me llegó el otro día por Wasap, aunque hay gente por aquí que asegura todavía que ha pasado de verdad. Quizá por eso:
COMUNICADO DEL ALCALDE DE MARCHAMALO
Esta tarde, alrededor de las 19:00 horas, se ha denunciado ante la Policía Local de Marchamalo un hecho que me gustaría trasladar a través de todos los canales de comunicación posibles.
Presuntamente, un hombre alto con gorro, que conducía una furgoneta de color blanco con cortinillas en los cristales traseros y varias pegatinas descoloridas y que iba fumando un puro, ha parado a la altura de un niño de 11 años y le ha invitado a subir. Para más datos, y según la declaración del niño, la matrícula puede contener tres “0” (no se ha podido precisar en qué lugar) y una “X”.
El niño ha rehusado la invitación y ha salido corriendo.
Tras conocer estos hechos, Policía Local de Marchamalo ha avisado a todos los cuerpos de policía local cercanos a nuestro municipio, alertándoles de este hecho, al igual que a la Guardia Civil y ya se ha puesto en marcha el protocolo de intervención.
Yo por mi parte he comunicado estos hechos al Sr. Subdelegado del Gobierno para que tome las medidas oportunas a este respecto.
No es mi intención alarmar, ni mucho menos, pero creo que es momento de recordar, y para evitar algún hecho desagradable, a todos los papás y a los niños que no deben nunca montar en vehículos de desconocidos y que si se identifica a una furgoneta que coincida con los datos aquí aportados, inmediatamente procedan a llamar al 112 para que la Guardia Civil o la Policía Local actúen de inmediato.
Os pido que trasladéis este comunicado a quien creáis oportuno. Gracias
También tengo el libro de Jan Harold Brunvand, que tiene tela.
De momento no lo tengo claro, por eso la entrada está en construcción. Acepto sugerencias.
Ahora mismo sólo puedo pensar en los buenos momentos que he pasado en el Círculo, como aquel día o como aquel otro.
Buenas noches y gracias Javier.
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1 comentario:
Cuando los políticos de turno decidieron limitar a los ciudadanos la entrada al Palacio del Infantado de Guadalajara, sus estancias interiores quedaron en soledad. Las golondrinas y avioncillos que revoloteaban entre los vanos de sus galerías, fueron desapareciendo. El patio de los leones quedó en silencio. Años antes, la biblioteca, atraías a cientos de jóvenes a sus salas de lectura, situada en las mejores vistas a la llana campiña cuyo horizonte vislumbraba Madrid. Este hecho, había conseguido neutralizar los horrores que la guerra del 36, que casi llegó a destruir todo el edificio con un incendio. Pero hacía unos pocos años que la biblioteca fue trasladada al reconstruido Palacio de Dávalos, edificio adaptado de modo más funcional para ser útil como biblioteca. Ahora, de nuevo, el viejo Palacio del Infantado abrigaba la bruma de la soledad que todo lo envolvía. Sin libros, ni miradas de enamorados, sin novios que se fotografiasen por sus rincones, sin charlas de estudiantes. El silencio y la soledad avivó a los viejos grifos rampantes dormidos, y los demás animales representados en sus arcos de jardín mitológico, se tornaron más intimidadores. Por sus salas y pasillos, se volvió a sentir los lamentos y lloros de los huérfanos de militares que pasaron frío en sus instancias. Las gruesas paredes, ahora humedecidas, rezumaban formas diabólicas, como dibujos de almas que no descansaban en paz, como si las viejas intrigas y avaricias de los Mendoza y Luna, sus primeros moradores volvieran a resurgir. De nuevo, todo el gran edificio, trasmitía sentimientos malignos. Parcialmente, esta parte de la ciudad de Guadalajara, volvió a pasar al lado oscuro de la historia.
J. Rocha
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