jueves, 10 de julio de 2014

Volvemos siempre



Todos volvemos a los mismos sitios, por mucho que cambiemos. Hoy he pensado que quería compartir con vosotros un poema de Mario Benedetti, pero ya está en el blog. No me salvo, no te salves y nunca, nunca, nos quedemos en el borde del camino.
Total que he pensado en otro:


Táctica y estrategia

Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple

mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites.




¿Cuál es vuestra táctica y vuestra estrategia?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy, ante la estrategia del negocio de comunicar, fijado en tener un fin, una misión. Yo me siento huérfano: no tengo nada claro cuál es mi estrategia, porque no tengo un fin claro ni una misión definida para con mi vida. Pero como ya estoy hecho y formado, con mi tamaño y mis aristas. Tengo tácticas diarias para ir sobreviviendo, de la mejor manera posible. Y pienso seguir así, hasta que ya no pueda cargar con mi vida. Pero no os preocupéis, espero que sea dentro de muchos años. Siempre y cuando, tenga una calidad de vida decente. Aquí abro otro hilo mental: ¿Qué es una vida decente?:
¿Comer?
¿Comer y no sufrir?
¿Comer, no sufrir y ser algo feliz?...
Nada, que no me aclaro. He perdido la estrategia, y voy dando tumbos tácticos.
Espero que el azar me ayude a llegar a un final decente. Tampoco sé cuál será.
J.Rocha

BRAGAOMEANO dijo...

Lanzar la piedra y esconder la mano.
Tocar la teta y sacar el nabo.
Chupar el helado y morder al pavo.
Oler los perfumenes de mujer en el supermercado y rociarme con los de varón.
Perder el tiempo asomado al balcón,
mientras el gato caza al ratón.
Beber sin sed los cubalibres y con sed las aguas del Sorbe.