viernes, 18 de enero de 2013
La revolución que está llegando
El otro día mi amiga Belén me envió otro vídeo de Pepe Mújica, un discurso de 10 minutos que te deja los pelos de punta. Es como la verdad íncómoda aquella de Al Gore, pero explicada de una forma mucho más sencilla.
Luego encontré éste otro en el que Mújica empieza explicando que las cosas no hay que medirlas por lo que cuestan en dinero sino en tiempo de vida nuestro o de otros. Y no tengo que recordaros que nuestro tiempo es limitado. Su explicación básica del capitalismo y sus trampas creo que deberían darla en las escuelas.
He imaginado lo que sería un mundo con tipos como éste. Desde luego la idea de lo que es progreso cambiaría y no dependería de un porcentaje de crecimiento anual. A lo mejor hay que pasarse 14 años preso en condiciones horribles para llegar a ser puro como Mújica que en eso me recuerda a Mandela. No sé. ¿Qué os sugiere a vosotros? ¿Cuántos como éste hacen falta para que llegue la revolución?
Yo por mi parte ya estoy preparando la mía.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
6 comentarios:
Cuando eres joven vives mas deprisa y le das mas importancia a tu tiempo, duermes menos vives mas, el dinero no te importa,mientras tengas para tus hobbys, pero según se hace uno mayor, el tiempo parece que va mas despacio y tenemos menos prisa, lo que tenemos ganas es que los días pasen rápido, para ver crecer a nuestro hijos sanos e intentar llegar a la jubilación. Y en el caso de los que estamos esclavizados por deudas con los
bancos, también deseamos que pase rápido, para ver si nos podemos
liberar. Mi revolución es pasiva, ponerme de perfil y que me afecte lo menos posible los daños colaterales y el fuego amigo. Lo siento, los cementerios están llenos de valientes.
EL DINERO EQUIVALE AL TIEMPO QUE GASTAMOS EN GANARLO…
SEGÚN MUJICA,SE SUPONE QUE SE NOS PAGA POR MALGASTAR NUESTRO TIEMPO, POR PASAR TIEMPO EN LA CÁRCEL DEL TRABAJO, PERO NO OLVIDEMOS QUE HAY PERSONAS QUE TRABAJAN HACIENDO LO QUE LES GUSTA, ¿NO RESULTA UN POCO TRISTE PENSAR QUE SIEMPRE QUE TRABAJAS ESTÁS MALGASTANDO VIDA? TODAVÍA NO TRABAJO Y A LO MEJOR POR ESTA RAZÓN PIENSO ASÍ,. SOY CONSCIENTE DE LOS TIEMPOS QUE CORREN, SON MUCHOS LOS QIUE SE ROMPEN EL CULO HORAS Y HORAS POR SUELDOS MISERABLES Y MÁS SON LOS QUE NO TRABAJAN. TAMBIÉN HABRÁ GENTE CON SUERTE QUE TRABAJE EN LO QUE LE GUSTE Y QUE NO PIENSE QUE ELLO ES TIEMPO DESPERDICIADO. POR OTRA PARTE, TAMBIÉN ESTOY DE ACUERDO EN QUE SI EL DINERO FUERA TIEMPO Y NO MATERIA NO SE LE DARÍA TANTA IMPORTANCIA Y TODO HUBIESE EVOLUCIONADO DE FORMA DISTINTA, SIN DAR TANTA IMPORTANCIA A LO MATERIAL, SIEMPLEMENTE HUBIESE SIDO UN INTERCAMBIO COMO OTRO CUALQUIERA, UN TRUEQUE, SISTEMA QUE MUCHOS ECHARÁN DE MENOS HOY DÍA, EN UNA SOCIEDAD CADA VEZ MÁS EGOISTA EN LA QUE PARECE HABERSE ESFUMADO ESA MEMORIA BIOLOGICA QUE NOMBRA MUJICA, DE, 'EL HOMBRE ES BIOLOGICAMENTE SOCIALISTA'. MI REVOLUCIÓN ES INTERNA, ME QUEDA MUCHO POR APRENDER E INTENTO CADA DÍA BUSCAR LA FORMA DE ENCONTRARME BIEN CONMIGO MISMA, AGRADAR A LOS QUE ESTÁN A MI ALREDEDOR Y HACER TODO LO QUE ESTÁ EN MI MANO POR UN MUNDO MEJOR.
O El hombre es "Biologicamente" un lobo para el hombre.
Cierto es que la victoria del capitalismo en la sociedad humana es la soledad humana y el individualismo, cosa que desmiente que el hombre sea social por naturaleza. Mas bien el hombre es lo que la sociedad quiere que sea.
¿Cuál sería mi revolución? No sé si mi revolución sería útil, porque para que una revolución sea útil tienen que ser igual para todos, como Fuenteovejuna. A lo que íbamos, mi revolución, posiblemente inútil: sería buscar la reeducación constante, ¿Qué soy yo, sino mi educación? ¿Y estoy conforme conmigo mismo?... No siempre, muchas veces, no. Luego necesito ser otro. Pero soy un ser muy limitado, lo que aprendo me marca, y se graba en mí, me hace ser de determinada manera, difícil de tirar a la basura, porque es una suma de partes y vivencias. ¿Y cómo separar lo que soy, de lo que no quiero ser? Si depende de mi estado de ánimo, del momento, de las circunstancias y mis limitaciones. Las revoluciones personales son intransferibles… y muchas veces chocan con las revoluciones populares. Lo individual y lo social siempre están en lucha dentro de mí…y no hay modelos.
Los anhelos de lo cotidiano copian al mundo social el sueño último: la revolución, mimesis creada partiendo de lo natural inmediato. Construimos mundos ajenos revolucionarios como productos significantes de eventos y asuntos de infinitas posibilidades de ficción, aderezando con valores ideológicos que difícilmente engarzan con los eventos reales. Estos anhelos urdidos y revolucionarios, son híbridos liberadores de nuestras limitaciones humanas, que acabarán naufragando. En esta construcción, atribuimos propiedades a individuos: malos y buenos, pero la verdad no es calificable ni calificante, es incertidumbre. La revolución es el último sueño para cambiar la realidad, pero la experiencia es ruin, y no se ajusta al último sueño. Las comparaciones y evaluaciones entre realidad y ficción debe ser constantemente recentradas, con reflexión. La revolución como cosmovisiones intelectual, creada desde los anhelos, nos hace viajeros, y a su vez, al buscar una mayor solidaridad humana, nos libera, nos desata de lo real inmediato. La claridad es un proceso para discernir el dolor y la humillación de un universo roto, son miradas éticas que nos agrandan. La revolución es cultura, es arte, es vida que rompe las identidades y las semejanzas, pero siempre hay que sospechar de las revoluciones. Para que funcione su contagio: nunca domesticarlas ni manipularlas.
Las generalizaciones son como el veneno, unos son más consumistas que otros y por ello cada individuo debe encontrar su dosis. Trabajar y sentirse útil da tanta libertad como usar el tiempo libre en consumir. ¿Acaso no es consumir la compra de un libro, ir al teatro o al cine? Se comenta que hay que cambiar la mentalidad, pero ¿la nuestra o la de los gobernantes que votamos? Otros dicen: !tenemos que cambiar la constitución, votar a personas y no a partidos¡
Estamos en una sociedad eminentemente tecnológica,nada parecida a la de nuestro buen amigo. Hemos pasado del dominio textual al visual. Hay un desprestigio social de las humanidades en general y de la filosofía en particular. El estado del bienestar lo corrompen y destruyen los mismos que lo generan. El clima intelectual es de una mediocridad implacable, utilizada vergonzosamente por los gobernantes para afianzar su poder.
Ya reclamaban los neo-Marxistas una democratización descentralizada. Persiguiendo unidades pequeñas con el máximo de autonomía para administrarse democráticamente. ¡Pero esto era la filosofía del mayo del 68¡
¿Que hacemos construyendo una globalización? ¿Su filosofía era que todos los hombres compartiesen sus bienes? Esto es el espirítu de "la naturaleza socialista del hombre". Pues estamos consiguiendo más desigualdad, es decir lo contrario a lo deseado.
¿Como puede haber alternativa a la sociedad del consumo si las clases trabajadoras se encuentran conformes con este sistema de vida y sus representantes sindicales viven de la propia burocracia?
Publicar un comentario