miércoles, 14 de marzo de 2012

Carta de amor a la biblioteca

En la biblioteca de Guadalajara nos invitan a escribir una carta de amor.
Su convocatoria es ésta:

Durante todo el mes de marzo y hasta el 14 de abril invitamos a todos los usuarios (adultos, niños y jóvenes) a escribir una carta de amor a la Biblioteca. Las cartas pueden ser manuscritas o en formato digital. Si eliges el primer formato, puedes coger un pliego amarillo en el mostrador de entrada (en el caso de los adultos), o en la sala infantil (en el caso de los niños). Una vez escrita, puedes depositarla en los buzones amarillos que encontrarás en las distintas plantas de la biblioteca. Si optas por el segundo formato puedes enviar tus cartas a la siguiente dirección de correo: bpgu.actividadescltu@jccm.es

Os pongo aquí un ejemplo precioso de Bukowski.

¿Cómo sería la vuestra?

5 comentarios:

Jesús Rocha dijo...

En mi antiguo barrio de Madrid, cerca de del mercado de la Prospe, había una vieja biblioteca pública, con los suelos de madera, que obligaba a andar de puntillas, repleta de libros viejos y cuentos. Hoy ya no existe, la derribaron y construyeron otra más luminosa junto al Auditorio, entre las oficinas de la Junta de Distrito: polivalente, con zona WiFi y todas las modernidades. Cuando me asomo a esta nueva biblioteca, la veo llena de opositores y estudiantes universitarios, peleándose soterradamente por ocupar un sitio. Yo extraño la vieja biblioteca, donde solo había libros y silencio, con algún viejo enfrascado en la lectura y niños perdidos. Podías sumergirte, por propia voluntad, en otros mundos… y si levantabas la cabeza, te encontrabas con la mirada de la funcionaria que vigilaba el uso que dabas a los libros, con su mirada te obligaba a seguir leyendo o a salir corriendo. Recuerdo haber pasado muchas horas imaginado, sin tener que pasar el frio de la calle, casi mejor que cuando podía ir al cine… y no había que pagar.

BRAGAOMEANO dijo...

Que perfecta es la Y que hay entre tus pechos, que es como una amanecer doble, solo para mis ojos.

BRAGAOMEANO dijo...

Hace más de 20 años que te deje,
hace más de 20 años que te perdí,
hace más de 20 años que te deseo.
Pero mi timidez,me impide volver a verte.
Hace más de 20 años que inertes me esperan tus entrañas.
Recuerdo aquellos días, en los que no tenía clase y me acercaba a verte: a andar dentro de tu seno, a ponerte los cuernos con las revistas en la hemeroteca, esas Interviws de tetudas hembras modernas, esos tebeos semieroticos : el Cimoc, el Vibora. Que me hacían despertar adolescentes erecciones. Aunque para escribir cartas de amor, leyera dentro de tí, 20 poemas de amor y una canción desesperada. Como desesperado estoy yo ahora, por no poder-querer volver a verte. Y eso que tu nombre es femenino y yo sigo siendo hetero. Paso por al lado de tu nueva fachada y sigo andando, pasando de largo, como si fuera nuestra primera cita y el miedo al fracaso, pudiera con mi autoestima. Y como no me atrevo, por miedo de volver a enamorarme de tus libros, te escribo esta carta, que es un hasta luego y quizás un hasta siempre.
Te quiero, pero de lejos.
¡ Un beso !

Mª José dijo...

Yo ya te amaba...

Aún no tenías edad de amar
cuando yo ya te amaba.

Observé cómo crecías.
En silencio te animaba.
Si querías fantasías,
dirigía tu mirada.
Si pedías poesía,
mi alma entera lloraba.
Si buscabas ya pasión,
mis labios te suspiraban.

Porque yo sí te amaba.

Los años pasaron rápidos,
veía que te alejabas
y, aunque sufrí tu ausencia,
como amante fiel callaba:
Sabía que volverías
a buscar en mis palabras
aquellas que no tenías
y tanto necesitabas.


Hoy, amor, entre mis brazos,
ríes, lloras, amas, sueñas.
Yo, te ofrezco lo que tengo:
el alma en forma de letras.


Mª José Olivares

Mª José dijo...

TE LEO MUCHO AMOR MÍO

Te vigilo en la distancia;
controlo tus momentos;
invado tus espacios...
leo cada renglón tuyo.

Observo cómo cambias;
admiro cada gesto;
compruebo las constantes...
leo cada párrafo tuyo.

Me enfado con tus gritos;
me calman tus silencios;
me reflejo en tus ojos...
leo cada verso tuyo.

Agoto tus reservas;
reniego del futuro;
me abrazo con tus sombras...

leo, en mí, cada libro tuyo.



Mª José Olivares