domingo, 26 de julio de 2009

1 de agosto en Valdesaz


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Los que estéis el primero de agosto en Guadalajara y alrededores (incluida Madrid) tenéis la oportunidad de pasar la tarde en Valdesaz con esta buena excusa:

BASES DEL II CERTAMEN DE
ESCRITURA RÁPIDA
“AYUNTAMIENTO DE VALDESAZ”

Con motivo de sus jornadas culturales, el municipio de Valdesaz (Guadalajara) convoca su segundo certamen literario de escritura rápida, bajo el patrocino de las asociaciones culturales.
¿Cómo llegar a Valdesaz? Puesto que se trata de un certamen literario presencial, proporcionamos la forma para llegar a Valdesaz desde cualquier punto. Hay que situarse en la carretera A-2 hasta la salida 73, aquí tomar dirección Brihuega, y a unos 7 Km se encuentra el desvío a Valdesaz.
Para más información dirigirse al teléfono: 91 698 33 51 o a la siguiente dirección electrónica: purasimona@terra.es


BASES:

1. El certamen se desarrollará en la tarde del sábado día 1 de Agosto de 2009 en el Ayuntamiento de Valdesaz. Tendrá una duración de dos horas y media: desde las 18:00h hasta las 20:30h.
2. La inscripción de los participantes se realizará en dicho Ayuntamiento a partir de las 16:30h del mencionado día 1 de Agosto hasta cinco minutos antes de que dé comienzo el Certamen.
3. Podrán presentarse todas las personas mayores de dieciocho años, siempre que todos los trabajos se escriban en castellano.
4. El concurso consistirá en escribir un relato con una extensión máxima de dos folios y mínima de uno, escritos a mano en hojas que la organización proporcionará debidamente selladas. Todos los trabajos comenzarán con una misma frase que se dará a conocer justo antes de empezar el Certamen (dicho procedimiento garantiza que ninguno de los escritores lleve previsto un posible trabajo de antemano). Como se menciona más arriba, los participantes dispondrán de un plazo de dos horas y media para escribir y entregar los trabajos, después de dicho plazo no se admitirá la entrega de ningún relato. Del mismo modo, la organización no recogerá ningún trabajo que no se atenga a los requisitos señalados.
5. Las asociaciones culturales que organizan este evento, designarán la composición de un Jurado que estará compuesto por personas relacionadas con el mundo literario, sus nombres se darán a conocer al inicio del Certamen.
6. Se establece un premio de 400 €, que podría dividirse ex-aequo ente dos escritores si la calidad de los relatos así lo requiriesen. o, por otra parte, quedar desierto si el Jurado considera que ninguno de los trabajos alcanza un nivel mínimo de calidad.
Y un premio local de 100€, en el caso de que el ganador o ganadores del premio de 400€ no fuera local. El fallo del Jurado será inapelable.
7. El relato o relatos ganadores se publicarán en el Blog del Ayuntamiento de Valdesaz. En ningún caso se comprometen los derechos de autor, aunque sí la mención, en posibles publicaciones, de haber sido ganador de dicho premio.
8. La entrega de premios tendrá lugar el sábado 8 de Agosto de 2009, a las 21 horas, en Acto celebrado en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Valdesaz.
9. La participación en el Certamen implica la aceptación de todas sus bases. Cualquier imprevisto será resuelto por el Jurado una vez constituido.



2 comentarios:

José Callejas dijo...

tengo ganas de ir al concurso de
valdesaz, mi problena es el coche.


si algun@ vaís, llamadme, 655 88 13 06
Pepe
callejas



t

Jesús Rocha dijo...

Las concentraciones mensuales de la “bicicrítica”, eran unas anárquicas reuniones informales de ciclistas que reclamaban en Madrid: el respeto de los automovilistas, así como el apoyo institucional de las autoridades para fomentar un mayor uso de la bicicleta en la ciudad. Mensualmente, cada nueva convocatoria, aumentaba el número de participantes. Abundaban los jóvenes y los personajes diversos con rocambolescos aspectos, en menor número: personas mayores y niños, aunque alguno siempre se veía. Se trataba de una manifestación variopinta, había de todo, como mascotas: perros, una pitón, un hurón. También participaban una buena cantidad de patinadores de ambos sexos. Las patinadoras, solían tener un aspecto corporal imponente, con sus ajustadas mallas, resaltando sus preciadas formas femeninas. Unos pocos ciclistas arrastraban carritos con equipos de sonido, amenizando el paseo. La música que se escuchaba, solía ser marchosa y con canciones un tanto raras, relacionadas con la bicicleta. Estas reuniones públicas reivindicativas, se producían cada último jueves del mes. En ellas participaban ya más de dos mil vehículos de dos ruedas, unos doscientos patinadores y algún monociclo que iba manteniendo constantemente el equilibrio. A partir de las ocho de la tarde: aparecían ciclistas y patinadores provenientes de todos los confines de la ciudad; se iban juntando frente al antiguo Palacio de Comunicaciones, antes conocido como el edificio de Correos, hoy convertido en consistorio emblemático de la Ciudad. En los pasquines que algunos participantes repartían, la hora de salida figuraba a las ocho de la tarde, pero la realidad era tozuda; solía retrasarse más de media hora. Cuando la masa de partícipes consideraba que estaban todos, o una buena cantidad de ellos, ya estaban aburridos de esperar; entonces, iniciaban una serie de gritos y ruidos: timbrazos, bocinazos y pitidos que impulsaban la salida, las bicicletas y patines comenzaban a invadir la plaza de Cibeles, aprovechando que los semáforos se ponían rojos para los automovilistas. La masa móvil sin motor, que hasta ese momento había esperado bajo el edificio del ayuntamiento, comenzaba a deslizarse; dando una primera vuelta a la plaza de Cibeles; después, enfilaban por el paseo del Prado, pasando a lado del Banco de España, hacia Atocha; girando en Neptuno y volviendo otra vez a la plaza de Cibeles, como para recoger a los rezagados que llegaban a última hora. Pedaleaban y patinaban agrupados, ocupando toda la calzada, a un ritmo normal, tirando a lento. Cada mes, el nutrido grupo tomaba una ruta diferente hacia una meta diferente. El final del paseo era cambiante en cada convocatoria, según un acuerdo extraño, establecido a través de un foro en Internet, que no siempre se cumplía, incluso, a veces, se repetían destinos por rutas diferentes. Los puntos de llegada, al final del paseo, después de pedalear normalmente algo más de dos horas, caían en zonas ocupadas por grupos reivindicativos de la ciudad. El paseo acababa en un punto donde se podía comer y beber algo. El final de etapa solía ser un Centro Social o Cultural Alternativo; lugares legales o tomados ilegalmente. En verano, alguna “bicicrítica” también se permita terminar en mitad de un parque público o en un descampado. Una misteriosa administración, oculta entre los asistentes, organizaba el abastecimiento de final del paseo, con la venta de bocadillos y bebidas. Por este medio, se recolectaba algo de dinerillo, con el que se cubría algunos gastos de propaganda y otras actividades relacionadas: como la compra de alguna herramienta para los talleres de reparación de bicicletas, o accesorios para los equipos de sonido construidos artesanalmente. Estos se fabricaban adaptando bafles o altavoces comerciales a los carritos tirados por alguna bicicleta perteneciente a un ciclista próximo a los organizadores. Los patinadores iban más por libre, algunos llevaban mochilas musicales con altavoces incorporados.