viernes, 12 de diciembre de 2014

Utopía


Ante todo, gracias al autor de esta pintada.
Utopía.
No os digo más.
Yo os pongo el título y vosotros escribis debajo.

7 comentarios:

Dañosa dijo...

Manual de comportamiento inapropiado, según para quien:
Pintar con plantillas y espray, requiere un a estrategias planificada de trasgresión: Primero tener claro la idea a divulgar. Después, planificar y elaborar la platilla, para esto es muy útil viejas placas de radiografías de los abuelos o familiares enfermos, a la que con un cuter, se recorta el dibujo y/o el texto que se quiere trasmitir. Y por último, busca lugares apropiados para dejar el mensaje. Según el grado de motivación, esta operación se puede repetir tantas veces como queramos. Lo más engorroso y casi inevitable, son las manchas sobre los dedos y la ropa, pero también hay guantes, y así, no dejamos huellas.
jmrt

BRAGAOMEANO dijo...

Yo miro la palabra y me da la risa tonta, no puedo evitarlo, estoy en un momento de mi vida, que pensar en cosas poco posibles, no me provoca ni frió ni calor. Y siempre me viene a la cabeza la frase :" Luchar,¿ para que ?. ".
No obstante, los que creéis en cosas imposibles y lo intentáis con trabajo y cabezonería tenéis mi apoyo moral. Aunque solo os dediquéis a rezar a su patrona.
¡ Es Tomas Moro !

Anónimo dijo...

Utopía, país del edén en la isla de Tomás More cuando imaginó otro mundo, como ideal soñado, según los ideales de la república de Platón y otros pensadores posteriores. Hoy el término “utopía” ha quedado como anhelo e ideal inalcanzable, quimérico, diferente de lo real. Los sueños utópicos aportan mejoras. El final del camino, no se ve, pero se sueña en ello y eso no es malo ¿O sí? Los ideales utópicos buscan la felicidad de la vida humana en la tierra, basado en la equidad. Situación idílica difícil de llegar y acercarse. Nuestras propias contradicciones nos limitan y alejan. Existes intereses, egoísmos, hechos reales ya establecidos que lo hacen imposible. El anarquismo también bebe de sus fuentes. Una sociedad imaginada, donde todo es común, donde no tiene sentido la propiedad privada, contradice a nuestro mecanismo de defensa. Llegado a este estado final de las cosas, en un mundo utópico, ya no había necesidad de más cambios ni de defender nada. Aquí también hay contradicción de realidad y quimera, por ser inalcanzable. Además, nuestras sociedades tienen memoria e historia, junto con la capacidad de comparar, nunca estamos satisfechos. Visto desde afuera, desde la limitada visión humana, las hormigas no se cuestionan su sociedad, su evolución social debe ser más lenta. Por otra parte, los humanos, por nuestro tremendo cerebro y capacidad de síntesis, nos creemos capaces de montar rompecabezas de soluciones para todo, planteamos escenarios utópicos. Pero no podemos tener en cuenta “todo”, porque el todo, es inabarcable e irreal. Hemos caído en la vorágine de la búsqueda de la felicidad de forma exponencial. Cada uno de nosotros quiere disfrutar de su sueño de felicidad y sociedad. ¡Y en vida! Sin tener en cuenta otros factores externos, como son: que para la tierra, en su conjunto, somos un virus depredador, y llegado el caso, debido a nuestro mecanismo de supervivencia heredado, lo somos también con nuestros semejantes. Una cosa es lo que podemos pensar y soñar; y otra, lo que hacemos, o podemos hacer. Sobre todo, cuando estamos educados (programados) para obrar individualmente. A ver a quién votáis. ¿Y no sería mejor participar, antes que elegir representantes que piensen por nosotros?
jesús Rocha

Toño dijo...

Utopía es un libro de temerario Tomás Moro
Utopía es un poema de Szymborska
Utopia es todo un disco de Serrat
utopia es distopía a veces
utopía es ilusión
todavía ilusión
siempre ilusión

Anónimo dijo...

Utopía:
Levantarte cada día para inventar el mundo a sabiendas de que se desmoronará por la noche en gran parte y que al día siguiente tendrás que seguir tejiendo.

Anónimo dijo...

Utopia:
dar y recibir sin pedir, sin esperar

Anónimo dijo...

Utopía:
Uen plan