lunes, 28 de noviembre de 2016

Feliz cumpleaños, señor Zweig


Hoy habría cumplido 135 años Stefan Zweig. Tal vez esta frase no suene extraña dentro de un siglo, pero hace un siglo sí que lo era, incluso muy extraña, porque la esperanza de vida estaba en torno a los cuarenta años.
Hace ciento treinta y cinco años nació el segundo hijo varón de una familia burguesa en la que el padre, un emprendedor, había montado un negocio textil que tenía su cuartel general en Viena, pero la fábrica en Moravia. El niño que nació, tenía su futuro económico asegurado, pero eso no fue suficiente, nunca es suficiente.
Hace cien años Stefan Zweig era un joven de 35 años, aunque entonces era ya un hombre maduro y ahora tal vez sería un "viejoven". Estaba justo en mitad de la primera guerra mundial, trabajando en el archivo de la guerra y asistiendo al derrumbamiento del mundo, de El mundo de ayer. Pero ese libro lo escribiría nada menos que veinticinco años después. En 1916 publicó Jeremías, una obra pacifista que sólo pudo representarse en la neutral Suiza.

El juego es que completéis la vida de Stefan Zweig contando lo que pasó hace x años o la vida de otro hace cien años o vuestra vida hace diez o los que sean.

Mañana es el cumpleaños de mi sobrino y yo ya tengo su regalo, pero ésa historia ya os la cuento otro día.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hace 10 años, todo era un cuento de hadas, el dinero fluia sin cesar y parecía que nunca se iba acabar.Nos comprabamos coches y segundas residencias que no necesitábamos. Mientras tu padre te decía : es buena inversión, los pisos nunca han bajado.
Eso sí, todo a crédito, como si el cuento de hadas jamás fuera acabar y que nunca llegarían las 12, para que tu carro se convirtiera en calabaza. Que tiempos de felicidad gracias al capital. Y tu te reias de esos pseudo-filósofos, que te decían que el dinero no da la felicidad.
10 años después puedo afirmar, que el dinero a mí si me daba felicidad, que lo que me produce la falta de él, es un desasosiego y una incertidumbre, que a veces me hace pensar en el suicidio. Si no fuera, por la esperanza ,de que algún día, los buenos tiempos del España va bien, vuelvan a repetirse.