domingo, 3 de agosto de 2008

Gonzalo Rojas



Velocísimo


Que los que saben sepan lo que puedan saber
y lo que estén dormidos sigan aún durmiendo.



Carta del suicida

Juro que esta mujer me ha partido los sesos.
Porque ella sale y entra como una bala loca,
y abre mis parietales, y nunca cicatriza,
así sople el verano o el invierno,
así viva feliz sentado sobre el triunfo
y el estómago lleno, como un cóndor saciado,
así padezca el látigo del hambre, así me acueste
o me levante, y me hunda de cabeza en el día
como una piedra bajo la corriente cambiante,
así toque mi cítara para engañarme, así
se abra una puerta y entren diez mujeres desnudas,
marcadas sus espaldas con mi letra, y se arrojen
unas sobre otras hasta consumirse,
juro que ella perdura, porque ella sale y entra
como una bala loca
me sigue adonde voy y me sirve de hada,
me besa con lujuria
tratando de escaparse de la muerte,
y cuando caigo al sueño, se hospeda en mi columna
vertebral, y me grita pidiéndome socorro,
me arrebata a los cielos, como un cóndor sin madre
empollado en la muerte.



¿Qué se ama cuando se ama?

¿Qué se ama cuando se ama, mi Dios: la luz terrible de la vida
o la luz de la muerte? ¿Qué se busca, qué se halla, qué
es eso: amor? ¿Quién es? ¿La mujer con su hondura, sus rosas,
sus volcanes,
o este sol colorado que es mi sangre furiosa
cuando entro en ella hasta las últimas raíces?

¿O todo es un gran juego, Dios mío, y no hay mujer
ni hay hombre sino un solo cuerpo: el tuyo,
repartido en estrellas de hermosura, en partículas fugaces
de eternidad visible?

Me muero en esto, oh Dios, en esta guerra
de ir y venir entre ellas por las calles, de no poder amar
trescientas a la vez, porque estoy condenado siempre a una,
a esa una, a esa única que me diste en el viejo paraíso.


Gonzalo Rojas es un poeta muy interesante. Aquí veis una pequeña muestra de sus textos y os hago una propuesta como ejercicio a partir del título del tercer poema:

¿Qué se ama cuando se ama?

2 comentarios:

David Ruiz dijo...

¿QUÉ SE AMA CUANDO SE AMA?

no seré yo el repelente que conteste
a las preguntas retóricas de rojas
máxime si las respuestas hacen peligrar
el imperio de la bendita ignorancia

admito que tengo miedo de emprender
ciertos viajes a lo más profundo del
animal que soy y que no recuerda cuando
se diferenció del perro o empezó a hablar

no quiero saber si se ama a la fotografía
de uno, a la palabra de uno, al sueño de
uno, a la promesa de uno, no quiero conocer
los mecanismos que desencadenan el beso

no quiero utilizaros ni que contra mi los
utilicen, en el amor quiero ser como en la fe
robada en su día a los afanosos templarios
me basta con saber que lo puse en práctica

si alguien tiene respuestas para la pregunta
nos guarde el secreto al resto llevándoselo
a la tumba o de paseo por el parque ancho,
lejos de los torpes manazas que ya hemos

destripado más de un reloj, más de una radio,
más de una vida, más de una amistad eterna,
creyendo conocer el funcionamiento del conjunto
e intentando arreglarlo sin ningún éxito

yo por mi parte me comprometo a no hablar más
del tema ni sacar partido si tropiezo con el quid
¿pero por quién me han tomado amigos?
no contesten tampoco a esto, también es

retórico

Anónimo dijo...

Una sonrisa y una risa
Un tono de voz y su canción
Una mirada, una forma de mirar y un pestañeo
Una forma de caminar, de parar y de correr
Una palabra, una historia y una poesía
Un abrazo, un beso y un deseo
Un lunar, una cara y un cuerpo
Un olor y un sabor
Un suspiro y un silencio
Una espera y una ilusión
Un espejo y un espejismo
Una luna y un sol
Una flor, un árbol y un paisaje
Un rio, un mar y un oceáno
Un muerto y una vida
Una cruz o una media luna
Un Dios, otro Dios y la razón
Un Santo y un Demonio
Un Yo y un Tú

Cada cual sabe lo que amó o lo que ama.


María