lunes, 6 de mayo de 2019

Lorca en Nueva York


Federico García Lorca llegó a Nueva York en 1929 cuestionado por su padre ya que no era capaz de ganarse bien la vida. Además arrastraba una ruptura y estaba triste, muy triste; deprimido diríamos ahora. En la imagen lo fotografiaron junto al reloj de sol que había en mitad del campus de la Universidad de Columbia, en el corazón de Nueva York. No parece un reloj de sol, es verdad, pero lo es. La esfera es una pieza de granito verde oscuro (pórfido en los pies de foto de la época) de dieciséis toneladas que, dependiendo de la sombra que diera, marcaba la hora. Todo lo relacionado con la esfera está muy bien explicado en esta página. El caso es que la esfera de piedra sufría mucho el invierno y amenazaba con rajarse, así que la retiraron por peligrosa y acabó en una finca privada tras pasar un tiempo por el Bronx.

Lorca escribió los meses que estuvo en América un libro de poemas que no se publicaría hasta 1940, cuatro años después de su muerte, y que llevaría por título Poeta en Nueva York. En el ajo estuvo el ubicuo José Bergamín, y merece la pena leer el artículo de la Wikipedia que cuenta toda la historia.

Los poemas cuentan la historia de desamor de Lorca con el mundo capitalista que él resumió así en unas declaraciones de 1933 hablando de Nueva York: “Impresionante por frío y cruel... Espectáculo de suicidas, de gentes histéricas y grupos desmayados. Espectáculo terrible, pero sin grandeza. Nadie puede darse idea de la soledad que siente allí un español, y más todavía un hombre del sur”.

En el libro Poeta en Nueva York hay un poema que se titula nada menos "Oda a Walt Whitman":



Añadidle alguna línea a la Oda hablando de cuando visitáis a diario el corazón del capitalismo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Anónimo dijo...

Un andaluz en Nueva York, pequeño y enjuto, pero gran creador. Cómo buen español, el inglés se le atraganta. Y cómo buen hombre del sur,necesita comunicarse, sentir el calor humano, parecer que tiene amigos.Pero en el mundo anglosajón, el trabajo les hace esclavos, la sociedad les hace vivir para trabajar. Eso en un español del sur, ni por asomo es una manera de vivir. Por eso y por el insano clima de esa gran ciudad, Lorca se irá y por otras circunstancias, no volverá jamás.