domingo, 1 de marzo de 2009

Tu vida en cien palabras


Durante todo el curso 2008-2009, la Cadena Ser y la Escuela de escritores hacen semanalmente un concurso de relatos en el que la única condición es que cuenten la vida de alguien en 100 palabras como máximo.
La propuesta es similar a la que hicimos aquí hace unos meses de contar la vida pero en seis palabras.
Las bases de este concurso de las 100 palabras aparecen detalladas aquí.
Son muy extensas, pero merece la pena que leáis los consejos que dan para escribir microrrelatos. No es que yo sea muy amigo de los decálogos ni de las fórmulas mágicas, pero no están mal y siempre podemos olvidarnos de ellos al rato de leerlos, la memoria no da para mucho más.
En la misma página está el formulario para enviar los microrrelatos.
Por cierto, hay un premio final de 6.000€ y también premios mensuales de un curso gratuito de escritura con los de la Escuela, que bueno, aunque no lo ganéis, sólo por participar aquí os regalamos éste.

Os pongo algún ejemplo de los que aparecen en la Cadena Ser, y de los ganadores de las últimas semanas:

Ganador del 24/02, semana 20
Autor: Victoria Trigo Bello
La que siempre lucía antes de que los bombardeos acabasen con él era marrón. La que llevaba puesta cuando fue devorado por los cocodrilos era azul. La que había estrenado la víspera del incendio era roja. El viejo del quiosco embobaba a los críos del barrio con aquellas aventuras del héroe de la gorra, un personaje que se moría sólo de mentiras. El último día de curso fuimos a comprar refrescos, pero el quiosco estaba cerrado. En la puerta había una gorra negra.

¿Solamente cien palabras?

JOSÉ MEDINA

Mi vida en cien palabras, ¿solamente cien? por donde empiezo, a ver lo mismo cien palabras son demasiadas, menudo dilema.

Todo en mi vida a sido elegir:

Barça o Madrid, independizarme o vivir con mis padres, izquierda o derecha, estudiar o trabajar.

En fin mi vida es siempre ir eligiendo de momento no se me han dado nada mal las elecciones:

Soy del Barça (por supuesto), me independicé (con mi amigo el euribor), soy de izquierdas (no se porque) y trabajo como un burro para llegar a fin de mes. De verdad creéis que he elegido bien?

CIEN PALABRAS JUSTAS.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

El ratón se esconde detrás de la escalera, presiente el riesgo, intuye que puede caer. Aunque no quiera, no es inmune y va dejando rastros de lo que hace. Tiene dos tareas: atender a su trabajo y al peligro que corre. Pero lo importante son los detalles. Para el ratón: obrar con discreción y distinguir sombras y movimientos. Para el gato: rastrea sus dominios y buscar el momento adecuado antes del que el ratón corra y huya. Los políticos deberían tomar nota de ello. Cada acción puede empujarles al abismo y siempre toca ser ratón o gato.

Anónimo dijo...

En la puerta había una gorra negra. “Da Ud. su permiso” Era la frase más oída de casi todos los que entraban al despacho. En la última hora de la tarde, una niña atravesaba la oficina. El comandante cogía su gorra, se la encasquetaba y embelesado con las historias de su hija, salía sin mirar a nadie. Marchando con las manos unidas: la de la pequeña; y la grande, la que no temblaba al firmar un arresto. He olvidado casi todo de la mili, pero los alegres pasos infantiles corriendo hacia el despacho del comandante, todavía los recuerdo con nostalgia.

Anónimo dijo...

VIDA DE UN FÍSICO EXISTENCIALISTA

La vida, para mí, es un accidente sin graves consecuencias. Soy una unidad de entropía minúscula en este universo infinito. Yo no pedí nacer, pero ya que estoy aquí, espero pasar de puntillas por la existencia, sin causar demasiado destrozo. A lo largo de mi vida he conocido gente que creía tener un gran destino, necesidades que cubrir, perturbaban todo a su alrededor buscando unas respuestas que no existen, porque las reacciones derivadas de nuestros actos no responden a un sentido, son la resolución de una ecuación que desconocemos. Sentémonos simplemente a disfrutar del desorden que generamos a nuestro alrededor.

Anónimo dijo...

Año 3.020. Eurófrica. Manuscrito hallado en Yacimiento Itálico:
"Y el niño llegó a la Tierra. El hombre que le acogió en su casa le amó como hijo propio. El y su esposa aceptaron aquel hijo entregado y su destino único: salvar a la humanidad. Cuando llegó el momento salió al mundo con su mensaje de paz. Muchos no le creyeron, pero él les ayudó a creer con sus actos. Les habló de su padre, de porqué le envió a la Tierra y de su cometido: dar su vida por nosotros.
Su nombre: Superman.

Marijose.