Romero solo
Ser en la vida romero,
romero solo que cruza siempre por caminos nuevos.
Ser en la vida romero,
sin más oficio, sin otro nombre y sin pueblo.
Ser en la vida romero... sólo romero.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el
cuerpo,
pasar por todo una vez, una vez solo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Que no se acostumbre el pie a pisar el mismo suelo,
ni el tablado de la farsa, ni la losa de los templos
para que nunca recemos
como el sacristán los rezos,
ni como el cómico viejo digamos los versos.
La mano ociosa es quien tiene más fino el tacto en los dedos,
decía el príncipe Hamlet,
viendo cómo cavaba una fosa y cantaba al mismo tiempo
un sepulturero.
No sabiendo los oficios los haremos con respeto.
Para enterrar a los muertos
como debemos
cualquiera sirve, cualquiera... menos un sepulturero.
Un día todos sabemos
hacer justicia. Tan bien como el Rey hebreo
la hizo Sancho el escudero
y el villano Pedro Crespo.
Que no hagan callo las cosas ni en el alma ni en el
cuerpo.
Pasar por todo una vez, una vez solo y ligero,
ligero, siempre ligero.
Sensibles a todo viento
y bajo todos los cielos,
poetas, nunca cantemos
la vida de un mismo pueblo
ni la flor de un huerto.
Que sean todos los pueblos
y todos los huertos nuestros.
León Felipe es un poeta de los imprescindibles. Os recomiendo su obra, pero también os recomiendo que busquéis la historia de su vida que parece irle como anillo al dedo a aquella frase suya: "Los grandes poetas no tienen biografía, tienen destino".
Os he puesto el poema desnudo para que le pongáis primero vuestra voz, pero ¿sabéis lo que pasa? Pues que Internet es infinita y tiene todo. Nunca lo había oído recitado por él. Hasta hoy. A mí me ha llevado años y lo he disfrutado tanto poniéndole voz yo, que por eso os cuento esto, aunque os deje el enlace aquí debajo:
Romero es el que peregrina, el que va a ratos solo, a ratos acompañado. Va con fe en su paso, creyente del día de hoy, no le importa demasiado el futuro. El romero camina y se cruza contigo como si fuera la primera vez que te ve. Y tal vez lo sea. El romero va, no vuelve, va hacia todas las cosas, aunque sepa que todos los caminos conducen a Roma.
Os dejo abiertos lo comentarios para que habléis de vuestro peregrinar.