viernes, 1 de junio de 2012

Ernesto Cardenal


En mayo le dieron el Reina Sofía de poesía a Ernesto Cardenal.
La verdad es que no he sido capaz de leer ningún libro suyo entero después de Epigramas, pero con un libro basta para que un autor sea imprescindible, aunque sea un libro que se lea en 15 minutos yendo despacio.
La historia del joven Ernesto es una historia de amor desgarrado, juvenil, pero quizá llamar amor al desamor sea un error. Dentro está el famoso:

Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

También esta preciosa declaración:

Si tú estás en Nueva York
En Nueva York no hay nadie más
Y si no estás en Nueva York
En Nueva York no hay nadie.

O el breve manual de autoagresión que aparece en la portada.

Y también la declaración final de guerra unilateral por parte del abandonado:

Esta será mi venganza:
Que un día llegue a tus manos el libro de un poeta famoso
y leas estas líneas que el autor escribió para ti
y tú no lo sepas.



Evidentemente, el ejercicio es añadir una página a Epigramas, o dos.

Por cierto que la última reunión del curso para el Club de escritura es el martes 4 a las 19 h. No os olvidéis en casa vuestra pequeña edición para compartir de cuadernillos, libros, octavillas, mensajes en una botella, etc. (mirad estos ejemplos o estos otros).

8 comentarios:

  1. Digas lo que digas,
    te he querido.
    Pienses lo que pienses,
    lo mostré sobradamente.
    Te cuenten lo que te cuenten,
    qué sabe nadie lo que yo,
    de ti,
    he escrito.
    Y leas lo que leas
    sobre amor,
    sobre amar,
    sobre amantes,
    te he de decir que
    ni muda,
    ni absorta,
    ni de rodillas,
    como adoraría a un dios en su altar,
    como yo te he querido,
    desengáñate,
    así no te querrán.


    Mª José Olivares

    ResponderEliminar
  2. Para los despistados, será el martes 5.¿No?

    ResponderEliminar
  3. Pensando en los despistados:
    Despistado me siento, despistado es mi amor por ti.
    No sé qué no une. Sé que algo nos ata…
    Será el halo de tu figura grabada en mi mente, como parte de mí.
    Será la emanación de tu mirada, que una y otra vez rompe mi coraza.
    La reparo y me la monto, y tú siempre la estas abollando.
    Al final, sé que algo soy de ti, y tú algo tienes de mí.

    ResponderEliminar
  4. http://diletanteapresurado.blogspot.com.es/2012/06/epigrama.html

    ResponderEliminar
  5. Mi brújula
    reconoce
    una sola ruta:
    la estela
    de tu mirada.

    ResponderEliminar
  6. http://diletanteapresurado.blogspot.com.es/2012/06/epigrama.html

    ResponderEliminar
  7. En el hígado me clavé el liquido elemento que estaba dentro de la botella, a través de mi boca, por la que salieron minutos antes, palabras de amor, que respondidas fueron con
    la indiferencia mas extrema.
    Y desde el hígado, el amor se convirtió en odio y salió por mi boca en forma de improperios hacia tu persona.

    ResponderEliminar
  8. En el aire estás tú
    En la vida estás tú
    Sin ti soy una hoja seca.

    ResponderEliminar